CARLOS CASTRESANA,
FISCAL DEL CASO 'ATLÉTICO'
'Gil y Cerezo jamás invirtieron
una sola peseta en el Atlético'
* 'No hubo ni persecución personal, ni política,
ni mucho menos persecución al club'
* 'Nadie tenía interés en que se investigase
la transformación del Atlético'
* Exculpa a Enrique Cerezo tanto del 'caso camisetas'
como del 'saqueo' al club
MADRID.- Diez años depués, Carlos Castresana, Fiscal Anticorrupción del caso
'Atlético', rompió su silencio en una entrevista concedida a 'Radio Marca' sobre
lo ocurrido durante la intervención judicial al club rojiblanco. Castresana aseguró
que ni el actual presidente, Enrique Cerezo, ni el fallecido Jesús Gil invirtieron
"una sola peseta" durante el proceso de adquisición del club.
El fiscal también desveló la soledad vivida durante el traumático proceso.
"Nadie tenía interés especialmente en que se investigase la transformación del
Atlético de Madrid y de los demás clubes. Hubo una gran ley del silencio de la
que fueron partícipes casi todos, dando como fruto la situación actual.
Yo nunca más supe del 'inflado' de precios de algunos jugadores", aseguró.
"La familia Gil detrae fondos del Atlético de Madrid y se las lleva a cuentas del
grupo familiar. Por eso por un precio ficticio trae varios jugadores
[Lawal, Lima, Maxi y Bernar] valorados en 3.000 millones de pesetas de la época.
La administración judicial se encuentra una empresa quebrada por sus
administradores que además no son sus dueños. El club debía haber salido a
subasta", anuncia a propósito de los escándalos económicos y deportivos
que se produjeron desde la transformación en sociedad anónima.
Castresana fue contundente con la forma en que Jesús Gil y Enrique Cerezo
transformaron el club en sociedad anónima. "Jesús Gil y Enrique Cerezo jamás
invirtieron una sola peseta en el Atlético de Madrid, frente a 3.000 accionistas que
sí desembolsaron el precio de sus acciones", revela. "Sin embargo,
aunque Cerezo participa en el proceso de transformación
no tiene nada que ver en el saqueo", prosigue.
El entonces fiscal anticorrupción, ahora responsable de la Comisión Internacional
contra la impunidad en Guatemala, también aseguró que la falta de rigor en las
informaciones publicadas. "Lo que me llamó mucho la atención es que de toda
la prensa deportiva, 'Marca' fue la única entidad en llamarme para que diera mi
punto de vista antes de publicar la información. El resto de los medios
sólo se molestaban en hablar con los inculpados", añade.
"No hubo ni persecución personal, ni política, ni mucho menos persecución al
Atlético. Lo que se hizo, se hizo con un criterio estricto y profesional. Nunca hubo
ninguna sugerencia del ámbito político, ni con lo de Marbella ni con lo del Atlético
de Madrid. Las consecuencias prácticas no fueron las mejores para el equipo",
afirma sobre las continuas quejas de la época de Jesús Gil,
a propósito de una persecución por su incursión en la política.
"Yo no hubiera considerado el delito prescrito por la naturaleza y el importe del
delito. Miguel Ángel Gil se me acercó para hablar en privado durante el juicio
en Málaga. Un tiempo después Enrique Cerezo también intentó establecer
contacto conmigo. No tenía por qué ser amigo de ellos", concluye el fiscal.
ELMUNDO.es 23/11/2009
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FISCAL DEL CASO 'ATLÉTICO'
'Gil y Cerezo jamás invirtieron
una sola peseta en el Atlético'
* 'No hubo ni persecución personal, ni política,
ni mucho menos persecución al club'
* 'Nadie tenía interés en que se investigase
la transformación del Atlético'
* Exculpa a Enrique Cerezo tanto del 'caso camisetas'
como del 'saqueo' al club
MADRID.- Diez años depués, Carlos Castresana, Fiscal Anticorrupción del caso
'Atlético', rompió su silencio en una entrevista concedida a 'Radio Marca' sobre
lo ocurrido durante la intervención judicial al club rojiblanco. Castresana aseguró
que ni el actual presidente, Enrique Cerezo, ni el fallecido Jesús Gil invirtieron
"una sola peseta" durante el proceso de adquisición del club.
El fiscal también desveló la soledad vivida durante el traumático proceso.
"Nadie tenía interés especialmente en que se investigase la transformación del
Atlético de Madrid y de los demás clubes. Hubo una gran ley del silencio de la
que fueron partícipes casi todos, dando como fruto la situación actual.
Yo nunca más supe del 'inflado' de precios de algunos jugadores", aseguró.
"La familia Gil detrae fondos del Atlético de Madrid y se las lleva a cuentas del
grupo familiar. Por eso por un precio ficticio trae varios jugadores
[Lawal, Lima, Maxi y Bernar] valorados en 3.000 millones de pesetas de la época.
La administración judicial se encuentra una empresa quebrada por sus
administradores que además no son sus dueños. El club debía haber salido a
subasta", anuncia a propósito de los escándalos económicos y deportivos
que se produjeron desde la transformación en sociedad anónima.
Castresana fue contundente con la forma en que Jesús Gil y Enrique Cerezo
transformaron el club en sociedad anónima. "Jesús Gil y Enrique Cerezo jamás
invirtieron una sola peseta en el Atlético de Madrid, frente a 3.000 accionistas que
sí desembolsaron el precio de sus acciones", revela. "Sin embargo,
aunque Cerezo participa en el proceso de transformación
no tiene nada que ver en el saqueo", prosigue.
El entonces fiscal anticorrupción, ahora responsable de la Comisión Internacional
contra la impunidad en Guatemala, también aseguró que la falta de rigor en las
informaciones publicadas. "Lo que me llamó mucho la atención es que de toda
la prensa deportiva, 'Marca' fue la única entidad en llamarme para que diera mi
punto de vista antes de publicar la información. El resto de los medios
sólo se molestaban en hablar con los inculpados", añade.
"No hubo ni persecución personal, ni política, ni mucho menos persecución al
Atlético. Lo que se hizo, se hizo con un criterio estricto y profesional. Nunca hubo
ninguna sugerencia del ámbito político, ni con lo de Marbella ni con lo del Atlético
de Madrid. Las consecuencias prácticas no fueron las mejores para el equipo",
afirma sobre las continuas quejas de la época de Jesús Gil,
a propósito de una persecución por su incursión en la política.
"Yo no hubiera considerado el delito prescrito por la naturaleza y el importe del
delito. Miguel Ángel Gil se me acercó para hablar en privado durante el juicio
en Málaga. Un tiempo después Enrique Cerezo también intentó establecer
contacto conmigo. No tenía por qué ser amigo de ellos", concluye el fiscal.
ELMUNDO.es 23/11/2009
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