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sábado, 26 de febrero de 2011

24ª Jor. Liga 2010/11 Zaragoza 0-1.- Agüero y nada más





ZARAGOZA 0 - ATLÉTICO 1

Zaragoza
Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic; Boutahar (Uche, m. 72),
Ponzio, Gabi, N'Daw (Jorge López, m. 68); Sinama (Bertolo, m. 46)
y Braulio.
No utilizados: Doblas; Paredes, Da Silva y Edmilson.

Atlético
De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Koke (Elías, m. 83),
Tiago, Raúl García; Reyes, Forlán (Assunção, m. 92) y Agüero
(Diego Costa, m. 85).
No utilizados: Joel; Valera, Filipe Luis y Juanfran.

Gol
0-1. M. 65. Agüero, de remate cruzado.

Árbitro
Delgado Ferreiro. Amonestó a Diogo, Contini,
Ponzio, Tiago, Domínguez y Obradovic.

16.000 espectadores en La Romareda.

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Agüero y nada más

* El argentino decidió con una genialidad
un partido de muchos nervios

* Entre los minutos 90 y 91, Uche y Bertolo
estrellaron balones en el larguero

* Koke, sorprendente titular, ofreció
detalles de clase a los madrileños



La inspiración de Agüero cuando peor lo estaba pasando el Atlético de Madrid en La Romareda
proporcionó una sonrisa a uno de los equipos más depresivos de la Liga. El Zaragoza vio
cortada su remontada hacia la salvación y los rojiblancos, que recibieron dos balones en
el larguero de De Gea en los últimos dos minutos, cantaron su primer
triunfo tras seis derrotas seguidas, cuatro de ellas en la Liga.

El héroe de La Romareda terminó con hielo por un rodillazo de Ponzio que le obligó a dejar
el campo cinco minutos antes del último pitido. Pues bien: en ese tiempo, aunque Forlán
pudo marcar en su único disparo limpio a portería en toda la noche, llegaron
dos ocasiones clarísimas del Zaragoza: los tiros al larguero
de Uche y de Bertolo ante la temblorosa dejación rojiblanca.

Percusión

Debido a la escasez mundial de centrocampistas con aptitudes para el pase, esos mediocentros
cuya fabricación parece exclusiva de La Masía, los desamparados como el Zaragoza o el
Atlético aspiran a encadenar buenos resultados con percusión pura y dura. Colocan forzudos
en el medio, desde los banquillos resuenan consignas guerreras y sólo
en las delanteras y en algún lateral se observan atisbos de calidad.

Abunda más la técnica individual en el Atlético de Madrid, permanentemente colgado de lo que
realice en solitario el Kun Agüero, en asociación con José Antonio
Reyes hasta que al sevillano se le acaba la gasolina.

En La Romareda, el entrenador rojiblanco, Quique Sánchez Flores, apostó por un filial con
detalles de clase, Koke, y dejó una vez más en evidencia el escaso valor de sus refuerzos
de enero, Juanfran y Elías, de nuevo despreciados para el 'once' titular.
El brasileño relevó al canterano a ocho minutos del final.

En el banquillo de La Romareda, un experto en Atlético: Javier Aguirre. El mexicano vivió
inquieto unos primeros minutos en los que sus gladiadores apenas pudieron contener las
ráfagas de Reyes y el Kun. Pero el sevillano no acertó en un remate tocado por su defensor
y que salió no muy lejos de la portería, mientras que a Agüero le seguía costando definir.

El Zaragoza se reactivó pasado un tiempo y, dejando a su rival la dura tarea de la
elaboración, manejó con alguna credibilidad la amenaza del contraataque. Gabi, ex atlético
como su técnico, su portero Leo Franco y sus delanteros Braulio y Sinama, pidió paso.
Y tan pronto sacó bajo palos un cabezazo picado de Tiago como organizó contragolpes
finalizados con un testarazo de Braulio o se sacó un disparo cercano a la escuadra.

La relación de fuerzas se igualó a orillas del descanso, aunque Agüero pudo desequilibrarla
tras una buena combinación con Koke. Pero al argentino volvió a sobrarle un regate.

¿Forlán? Otra vez tan insistente en el esfuerzo como lento en sus pensamientos. No regresa
el uruguayo resolutivo y rompedor, aunque esta vez encontró la
redención con un buen pase e incansables carreras.

La reacción del genio

La entrada de Nico Bertolo en el Zaragoza al comenzar el segundo acto puso a Ujfalusi al
borde del ridículo y del ataque de nervios. Profundizó el argentino por su banda al tiempo
que el equipo de casa tomaba la iniciativa en el centro del campo y desaparecían por
completo Raúl García y Tiago, los mediocentros elegidos por Quique en esta ocasión.

El Zaragoza aumentó su presencia en campo adverso, recuperó el balón y la valentía. Aguirre
empezaba a ganarle la partida a su amigo del otro banquillo cuando brotó una genialidad
del Kun, justo después de presenciar uno de los desbarajustes defensivos habituales
del Atlético por la incapacidad de despejar una pelota en el área pequeña.

Agüero recibió un pase en largo de Forlán, domó la pelota. Paró y arrancó hacia el pico
del área pequeña sin que Ponzio lo pudiera detener. Esta vez resolvió con
un disparo seco y cruzado que sorprendió y atravesó a Leo Franco.

Aguirre tenía 25 minutos para burlar al destino. Movió el banquillo consecuentemente y
apostó por Jorge López y Uche, en su reaparición tras una larga convalecencia. Pero el
Atlético ya había dejado la huella de su principal valor futbolístico: un crack de 22
años llamado Sergio Leonel Agüero, cuyo abandono del campo cojeando,
gracias a una caricia del siempre amable Ponzio, puso de
nuevo a sus compañeros en la puerta del frenopático.

F. Llamas | Madrid 20/02/2011
elmundo.es


domingo, 13 de febrero de 2011

23ª Jor Liga 2010/11 ATLETI 1-2 Valencia.-Joaquín prolonga el drama rojiblanco





Atlético 1 - 2 Valencia

Atlético
De Gea; Valera, Perea, Godín, Antonio López; Fran Mérida
(Juanfran, m. 63), Raúl García (Mario Suárez, m. 81),
Tiago, Reyes; Agüero y Forlán.
No utilizados: Joel; Domínguez, Assunção, Koke y Diego Costa.

Valencia
Guaita; Bruno (Miguel, m. 76), Stankevicius, Maduro
(David Navarro, m. 80), Ricardo Costa, Jordi Alba; Joaquín, Topal,
Tino Costa, Pablo Hernández; y Soldado (aduriz, m. 64).
No utilizados: Saúl; Dealbert, Vicente y Chori Domínguez.

Goles
1-0. M. 3. Reyes, de tiro cruzado.
1-1. M. 41. Centro de Jordi Alba, Perea no acierta
en el despeje y Joaquín emboca a la red.
1-2. M. 86. Joaquín, de tiro cruzado desde fuera del área.

Árbitro
Fernández Borbalán. Expulsó de roja directa a Godín
(m. 90). También amonestó a Tino Costa.
Forlán, Jordi Alba y Topal.

Unos 45.000 espectadores en el Calderón.

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Joaquín prolonga el drama rojiblanco

* Los goles del gaditano marcaron la diferencia
entre dos equipos con poco fútbol

* Diego Forlán falla un penalti y prolonga
su fase de ineficacia realizadora



Joaquín Sánchez, en estado de gracia, sentenció el partido de la 23ª jornada
de Liga que jugó el Valencia en el Vicente Calderón y acaso también al
entrenador del Atlético de Madrid, que sigue contemplando desde el banco a
un equipo incapaz de ganar y peleado con el gol incluso desde el punto de
penalti, donde Forlán estrelló un balón en el poste. La felicidad que llevó
Reyes a la grada a los tres minutos la destrozó el extremo gaditano
con sus goles a cinco minutos del final de cada tiempo.

El Atlético de Madrid comenzó esta temporada henchido de orgullo, con una
Supercopa europea en sus vitrinas y un liderato en las primeras jornadas de Liga,
prolegómenos de una caída lenta y regular hacia abismos hoy por hoy desconocidos.
Como el futuro de Quique Sánchez Flores, el hombre que levantó a un equipo
alicaído, pero que ahora da palos a ciegas y se muestra incapaz de interpretar
las señales de una plantilla que, lejos de mejorar con los traspasos y sus
recambios, se desmorona. Eliminado en Europa y de la Copa, con 30 puntos
tras 23 jornadas de Liga y cuatro derrotas consecutivas, masca su tragedia.

El Valencia comenzó el curso llorando su condición de humilde, obligado a vender a
sus jugadores más valorados. Fichó a precios asequibles, ahorró y fundamentó su
permanencia en la elite en el orgullo de vestir la camiseta de Mestalla. Unai Emery
no disfrutó de un respaldo porque con los primeros tropiezos le llegaron las voces
estridentes y la desconfianza social. Sin embargo, ha sujetado a su plantilla, la
ha convencido de que puede sostenerse entre los grandes y ahí está, en el segundo
escalón de la 'Liga A Dos', forcejeando con el Villarreal por el tercer
puesto con 47 puntos y en vísperas de unos octavos de la Champions.



Lo que se vio en el Calderón no justificó los ya 17 puntos de diferencia entre el
Valencia y el Atlético. Por juego, el equipo de Emery no desmostró ser mejor, aunque
su posesión de balón fuera superior. Sus pases lentos y cortos en propio
campo y sus dificultades para avanzar indicaron desde el comienzo
que el balón no es parte crucial de su estrategia.

El Atlético de Madrid tira por el mismo camino, pero con una inseguridad en sus
fuerzas que lo traiciona. En la defensa, que amenaza quiebra a cada llegada del rival,
y en el centro del campo. Las variaciones de Quique aumentan esa sensación de
inseguridad, de provisionalidad, que derrama su equipo en cada actuación. Incluso
partiendo con ventaja, su confianza se parte en dos en cuanto
su adversario teje tres o cuatro pases seguidos.

Los rojiblancos llevaron bien el partido hasta la media hora, sujetos al gol de Reyes
y a la parsimonia valencianista. La apertura del marcador se produjo de improviso, en
un balón recuperado por Forlán y la indecisión imperdonable de los defensores
valencianistas, hasta cuatro, que dejaron al sevillano entrar en su área y perfilar
su remate con la izquierda, cruzado lo justo para superar a Guaita.



El Valencia encontró algo de fluidez a 10 minutos del descanso y eso fue suficiente
para engarzar dos jugadas de claro peligro en área del Atlético, donde siempre hay algún
tesoro que recoger. La segunda -un balón que Pablo le sustrajo a Raúl García, un centro
de Alba, la inacción de Soldado y el remate a placer de Joaquín- supuso el empate.

Lo ramplón gobernaba la segunda parte, hasta que los banquillos empezaron su trasiego
habitual y el Atlético se vio obligado a echarle más veneno a su juego. Lo mejor siempre
lo acaparó Reyes, cuyo partido fue impecable. Forzó el penalti claro de Maduro y derrochó
ingenio y esfuerzo en jugadas de alto nivel. Pero a Diego Forlán se le está atravesando
la temporada y a pesar de engañar a Guaita en el lanzamiento desde 11 metros, envió el
balón dos o tres centímetros más allá de lo necesario para marcar: El poste lo rechazó.

El Valencia contrarrestó el ataque del Atlético. Cruzó a sus defensas en cada acción del
Kun, de Forlán o de Reyes y cedió saques de esquina a barullo. No es una disciplina que
domine este Atlético una vez que se fue quien los lanzaba casi todos, Simao. Joaquín
soltó una respuesta letal. Un fenomenal acelerón de Jordi Alba hasta casi el final del
pasillo izquierdo, un pase retrasado a la frontal para que Pablo cediera a su vez el
disparo al extremo gaditano, quien, en carrera, apuntó y sepultó las buenas
cualidades de David de Gea bajo el descomunal peso de otra derrota.

F. Llamas | Madrid 13/02/2011
elmundo.es
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22ª Jor Liga 2010/11 Farsa 3-0 ATLETI.- Como la Lomana en las Rebajas





BARCELONA 3 - ATLÉTICO MADRID 0

Barcelona
Valdés; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell; Sergio Busquets, Xavi
(Afellay, m.84), Iniesta (Keita, m.80);
Pedro (Bojan, m.84), Villa y Messi.

Atlético de Madrid
De Gea; Valera, Ujfalusi, Godín, Antonio López; Reyes, Tiago,
Assuncao (Koke, m.57), Filipe Luis (Elías, m.76);
Fran Mérida (Forlán, m.46) y Kun Agüero.

Goles
1-0, m.17: Messi.
2-0, m.28: Messi.
3-0, m.79: Messi.

Árbitro
Turienzo Álvarez (C. Castellano-leonés). Mostró cartulina
amarilla a Ujfalusi (m.28), Alves (m.45),
Tiago (m.67),Messi (m.68) y Valera (m.88).

Incidencias
Asistieron al encuentro 84.766 espectadores en partido
correspondiente a la vigésima segunda jornada
de Primera disputado en el Camp Nou.
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Como la Lomana en las Rebajas

En el vestuario, Quique repartió entre su muchachada una camiseta como las que
se ponen los futbolistas para animar al compañero lesionado y/o convaleciente.
En ella se podía leer “Mejor equipo de la Historia, por favor, no nos haga
demasiado daño”. Con ella saltaron al Nou Camp (y con los dedos cruzados).
El Barca obedeció y se limitó a mover el balón como en las posesiones de
balonmano. Al ralentí. Sin exponer. Dosificándose para empresas mayores que
están por llegar. Como si el encuentro fuera un remedo del Gamper, pero en
febrero, acodados Iniesta, Xavi y Busquets en la barra, aguardaron el discurrir
de la movida con suficiencia, nunca soberbia. Ante un enemigo que ni siquiera
se calza los guantes habiendo sonado la campana del primer asalto, los jugones
no se afanaron en la zurra. La bandera blanca que trajo el Atleti se
veía desde el andén del AVE de Atocha. Amics per sempre.



Mirándose unos a otros, los culés se apiadaron de enfermo terminal tan indefenso,
de colega solidario tan poco implicado, y no recurrieron a sedación paliativa.
La eutanasia llegaría gradualmente y se la suministraría solita el agónico paciente.
Así llegó el aclarado de baloncesto del primer gol. Tres bolos chocan entre sí y
señalan el camino a seguir a Messi para que el arsénico vaya haciendo efecto.
Uno cero y una posesión del 80% para los culés. El Atleti flotaba a los rivales
con la misma intensidad que Carmen Lomana mira y pasea por escaparates en rebajas.
Como un preso en el corredor de la muerte, los minutos se hacen agónicos cuando
enfrente tienes a la incineradora de Valdemingómez. No deja rastro de los rivales.
Los tritura. Los tamiza. Los calcina y no se vuelve a saber de ellos. Dos cero
tras pelear como un perro rabioso Messi un balón a Antonio López. Ultimamente
siempre hay dosis de chiste en los goles encajados. Árbitro la hora. Sonrojo,
mucho sonrojo, aunque estés en casa y no te vea
ni Cristo bendito. Al descanso y en la UCI

A pesar el espejismo de la segunda parte (pundonoroso Thiago, participativo Reyes),
la realidad se hace palmaria. No damos una patada a un bote. Se añoran partidos en
los que el Atleti se le subía a las barbas al Barcelona, había duelo, emoción, le
tiraba de los cataplines y abundaba en la leyenda de sinónimo de goles y espectáculo.
Zarandajas para que hagan resúmenes las televisiones en el previo todos los años.
Esta costumbre se acabó. Hoy no hubo ni anarquía o partido de ida y vuelta donde
encontrar tesoro inesperado e inmerecido. Tres cero, con Godín haciendose una maraña
de piernas. Messi cazó otro gato. Lleva 10 en 10 partidos contra nosotros. Maldito
hobbit con cara de monje cisterciense...



En previsión de lo que finalmente aconteció, hay quien prefería la masacre y la
derrota con tal de hacer la puñeta al Madrid. Nunca compartí la idea de que si me
aplican castigo, para mi enemigo, el doble. Yo tuerto, él ciego. La vergüenza y la
dignidad son innegociables por mucha pascua que se le pueda hacer al vecino rico.
Triste consuelo, ahora que Messi ha superado a Ronaldo en el Pichichi, su equipo
lleva 16 partidos ganados (rebasando aquel lejano blanco y negro de Di Stéfano) y
no se cuántos guarismos que Messi y sus compinches siguen desintegrando.
Para desintegración la del Atleti, que no sabe si va o viene, si pide la pelota o
pide la hora, si viaja en el AVE o en Autorés, si ataca o defiende casi por decoro,
mirando el marcador con la misma extrañeza que la Lomana
mira la etiqueta de la ropa que trae descuento.

Blogiblanco
J. Caballero 06 FEB 2011 00:42
elmundo.es

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