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jueves, 26 de noviembre de 2009

5ª Jor. Champions Apoel Nicosia 1 - Atlético 1 .- Simão evita el ridículo

Apoel Nicosia 1 - Atlético 1

Apoel Nicosia

Chiotis; Poursaitides, Paulo Jorge, Kontis, Elia (Breska, m. 70);
Kosowski (Zewlakow, m. 77), Morais, Michael (Broerse, m. 71),
Alexandrou; Pinto; y Mirosavljevic.
No utilizados: Morfis; Satsias, Charalambides y Pathanas.

Atlético
Asenjo; Ujfalusi, Juanito, Perea, Domínguez; Jurado
(Maxi, m. 79), Cleber Santana, Camacho, Simão (Antonio López, m. 92);
Forlán (Reyes, m. 87) y Agüero.
No utilizados: De Gea; Valera, Cabrera, Maxi y Sinama Pongolle.

Goles
1-0. M. 5. Centro raso de Elia desde la banda que Mirosavljevic
engancha de primeras dentro del área pequeña tras el fallo de Perea.

1-1. M. 62. Simão, tras un rechace del portero.

Árbitro
Frank de Bleeckere (Bélgica). Amonestó a
Paulo Jorge, Simão, Domínguez y Breska.

Incidencias
Unos 18.000 espectadores en el GPS Stadium de Nicosia.



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Simão evita el ridículo

El extremo portugués logra el empate en Chipre para un
descorazonador Atlético, que se jugará en casa
con el Oporto el pase a la Liga Europa



El Atlético volvió a demostrar que su capacidad autodestructiva no tiene límites.
Cum laude cuando toca hacerse el haraquiri, el equipo no continuó con su zozobra
deportiva e institucional en Chipre ante un rival de medio pelo porque Simão
acudió al rescate. El extremo portugués evitó la tragedia de rebote, echando el lazo
a un rechace del portero en una de las escasísimas jugadas de peligro que trenzó
con sus compañeros. Dadas las circunstancias, el empate supo a gloria. Un botín
nada desdeñable para un Atlético catatónico al que Quique Flores,
y ya ha pasado un mes, sigue sin sacar de la UVI.

El Atlético reaccionó con pundonor y poco más al gol tempranero del Apoel.
Mirosavljevic, un delantero centro cualquiera que hizo sus pinitos en el Cádiz,
dejó al aire las carencias de una defensa de plastilina. El gigantón croata apeó
virtualmente, durante una hora eterna, al cuadro rojiblanco de la tercera plaza, la
que consuela con un puesto en la Liga Europa. Una pedrea equivalente al "gordo"
para la escuadra del Manzanares. El croata se limitó a empujar a la red un centro
rasito de Elia que Ujfalusi no vio venir y que Perea se tragó. Falto de confianza y
menos de autoridad, el caso del defensor colombiano es sintomático. Da igual
que Quique o el entrenador que toque le pongan de lateral o de central.
Tarde o temprano comete un error fatal. Ayer llegó a los cinco minutos.



La actuación de Perea correspondió a la de sus compañeros, narcotizados de
principio a fin por el juego simplón del Apoel. Pese a no haber inventado la pólvora
Nuno Morais y Michail se erigieron en dos escollos insalvables para Cleber Santana
y Diego Camacho, la pareja de contructores. Sancionado Assunção y de nuevo
lesionado Raúl García, así están las cosas en la parroquia rojiblanca, que recuperó
su peor versión por la atención defensiva, la tensión ofensiva y la elaboración y
creatividad de los medios. Sin un volante de garantías en la zona de creación Forlán
y Agüero optaron por hacer la guerra por su cuenta. Obcecados en probar desde
fuera del área a Chiotis, el mismo que salvó en el Calderón más
de 20 remates, la frustración del Bota de Oro y del Kun les llevó
a recriminarse mutuamente tras varias ocasiones perdidas.

Anulado en todos los aspectos los primeros 45 minutos, el Atlético salió una pizca
más entonado en la segunda parte. El efecto revitalizador del paso por el camerino,
que Quique aprovechó para jalear al personal sin mover un solo cromo, casi se diluyó
cuando Mirosavljevic se asomó de nuevo delante de Asenjo. El susto no paralizó al
Atlético más de lo necesario, que se fue asentando en el tapete. Aunque el partido
empezó desagradable, el Apoel no supo cerrar el duelo y pagó su monólogo baldío.
El empate llegó desde la banda derecha, a la que se abrió Agüero a la busca de
espacios. El Kun lanzó un centro enroscadísimo al que Forlán llegó tarde pero
que se le envenenó de tal manera al meta que Simão lo enchufó entre los tres palos.



La igualada alivió la pájara del conjunto de Quique, que se olvidó por unos instantes
de los complejos que le aturden. Incapaz de cerrar de una vez por todas su pase a la
antigua Copa de la UEFA pero cumplida la misión de seguir por encima del Apoel,
sólo una sorpresa en la última jornada, en la que el Oporto visita el Calderón
y el Chelsea recibe al Apoel, evitaría el bochorno rojiblanco.
Aunque con el Atlético de por medio, todo es posible.

J. MARCOS 25/11/2009

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