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viernes, 18 de marzo de 2011

28ª Jor Liga 2010/2011 Almería 2-2 ATLETI.- Otro desmadre del Atlético





ALMERÍA, 2 - ATLÉTICO, 2

Almería
Diego Alves; Míchel Macedo, Marcelo Silva, Carlos García (Acasiete, m. 80),
Luna; M'Bami, Bernardello; Feghouli (José Ortiz, m. 67), Kalu
Uche (Goitom, m. 62), Crusat; y Ulloa.
No utilizados: Esteban; Corona, Vargas y Juanma Ortiz.

Atlético
De Gea; Ujfalusi, Perea, Godín, Filipe Luis; Reyes, Tiago, Mario Suárez,
Elías (Koke, m. 62); Forlán y Agüero.
No utilizados: Joel; Antonio López, Assunção,
Raúl García, Juanfran y Diego Costa.

Gol
0-1. M. 40. Agüero cruza el balón ante Diego
Alves tras un centro por alto de Tiago.
1-1. M. 49. Crusat, por la escuadra.
1-2. M. 61. Agüero recorta y remata con la izquierda.
2-2. M. 76. Goitom cabecea un centro.

Árbitro
Iglesias Villanueva. Amonestó a Carlos García,
Elías, Bernardello, Mario Suárez y Filipe Luis.

Unos 13.000 espectadores en el estadio de los Juegos Mediterráneos.

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Otro desmadre del Atlético

Los goles de Agüero y las paradas de De Gea salvan
el empate del equipo en Almería en un correcalles



El instinto asesino de Agüero y la excelencia de De Gea bajo los palos salvó de
la quema al Atlético en el correcalles que planteó en Almería. Por más que lo
intente Tiago, no hay manera de que el conjunto rojiblanco hile dos encuentros
tranquilo. La tendencia del plantel al libre albedrío, apelando a la pegada de
Agüero y Forlán como único argumento, convierte el escenario más favorable en
una ruleta rusa. Aunque vislumbró el camino contra el Villarreal, el equipo de
Quique Flores se volvió a descontrolar. Las turbulencias en la defensa, en la
que Perea dio un recital de lo que no debe hacerse jamás, desestabilizó al resto
de las líneas, que optaron por un fútbol directo para tomar la plaza
andaluza, donde el Atlético no ha ganado nunca y así seguirá.

Enfrente, el cuadro de Oltra dio una lección de cómo mover el balón hasta que se
quedó sin gasolina en el tramo final. Pese a disponer de una hucha mucho más modesta,
el Almería interpretó el juego con estética y valentía. Lo mismo le dio no poder
contar con Corona ni Piatti, que le tenía tomada la medida a la escuadra del
Manzanares con cuatro goles en siete duelos. Con o sin ellos, el Almería trata con
esmero la pelota, sobre todo los contragolpes, que tira como los ángeles. Es una de
las marcas de identidad de la casa, como los chispazos de genio
de Crusat, que no permitió que el grupo se arrugara.

Aunque Quique mantuvo el mismo bloque que dejó tan buen sabor de boca frente al
Villarreal, con la única novedad de Perea por el sancionado Domínguez, el Atlético
salió aletargado al campo. A los siete minutos, con la zaga en fase REM, De Gea se
lució salvando un remate de Crusat en el área. Los mismos protagonistas volvieron a
verse las caras un cuarto de hora más tarde. El arquero salvó a córner un chut
teledirigido a la escuadra facilitado por la apatía de la defensa.



La torrija del Atlético animaba al Almería, pero Ulloa tampoco atinó ante De Gea
después de una combinación al primer toque que sacó los colores a Perea y Godín.
Sin embargo, en pleno apogeo local, un error del principal referente del Almería
dio vuelo al Atlético: una pérdida de balón de Crusat provocó que Tiago asistiera
a Agüero. El centrocampista portugués se inventó un pase bombeado que el Kun cruzó a
la red tras una mala salida de Diego Alves, ayer menos fiable que en otras ocasiones.

El castigo no detuvo al Almería, que se mantuvo fiel a su ideario y no cambió su hoja
de ruta. Crusat le dio la razón con un golazo por toda la escuadra tras un mal despeje
de Perea, que dejó muerta la pelota en el centro del área. Mientras el colombiano
azuzaba el avispero rifando el balón al mejor postor, Agüero dio un punto de cordura
a la tarde fabricándose un gol delicioso. En pleno desmadre el Kun recibió el cuero
por la derecha, se lanzó al galope, recortó a Carlos García y Luna con un
golpe de cadera, y tras acomodarse la pelota con la derecha
definió con la izquierda rasito y lejos de Alves.



De nuevo por delante sin merecerlo especialmente, el Atlético no aprovechó la oportunidad
para dormir el partido y meterse los tres puntos en el bolsillo. Marcelo Silva avisó que
el Almería estaba muy vivo, pero no acertó a cabecear un centro al primer palo. Oltra
aumentó la presión metiendo a Goitom por Kalu Uche, de los más flojitos del equipo. La
novedad se notó inmediatamente. El tallo sueco descolocó a la defensa atlética, que se
abrió y le permitió rematar de cabeza un centro en el que De Gea estaba vendido.

Los minutos siguientes dejaron un escenario apocalíptico en el que las defensas no existían
y en el que el Atlético casi sacó tajada. Primero Godín remató al palo un pase de la muerte
de Agüero. A continuación, el Kun se sacó de la chistera un remate de cuchara a pase de
Tiago que se fue fuera por un palmo. El Atlético alargó a cinco los partidos sin perder
-dos triunfos y tres empates-, su mejor racha de la temporada. También
sigue sin ganar en Almería. Un mal menor cuando pudo perder.

J. MARCOS 12/03/2011
elpais.com

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sábado, 12 de marzo de 2011

27ª Jor. Liga 2010/11 ATLETI 3-1 Villarreal.- Espabila el Atlético





ATLÉTICO 3 - VILLARREAL 1

Atlético de Madrid
De Gea; Ujfalusi, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Tiago,
Mario Suárez (Assuncao, m. 81), Elías (Koke, m. 69);
Forlán y Kun Agüero (Juanfran, m. 88).


Villarreal
Diego López; Mario, Musacchio, Gonzalo, Capdevila; Cani
(Marco Ruben, m.72), Bruno, Borja Valero,
Cazorla; Nilmar y Rossi.

Goles
1-0, m. 5: Reyes, con un disparo perfecto a la escuadra.
1-1, m. 34: Rossi, con un potente lanzamiento de falta.
2-1, m. 69: Agüero supera por encima la salida de
Diego López tras una gran asistencia de Filipe Luis.
3-1, m. 71: Forlán culmina una pared con Reyes.

Árbitro
Iturralde González (C. Vasco). Amonestó a los locales Mario
Suárez (m. 13), Domínguez (m. 33) y Reyes (m. 56) y a
los visitantes Cani (m. 53) y Gonzalo (m. 61).

Incidencias
Partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de
Liga en Primera División, disputado en el estadio
Vicente Calderón ante unos 30.000 espectadores.
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Espabila el Atlético

Espabiló Forlán. Se reencontró con Reyes. Y despertó el El Atlético de Madrid.
Andaban de sequía en la ribera del Manzanares, donde no veían ganar a los de casa
desde hacía mes y medio. La sufría también el uruguayo, que no llevaba sin marcar
siete jornadas de Liga, las mismas que habían pasado desde aquel triunfo contra
el Mallorca. Pero contra el Villarreal el equipo rojiblanco pareció otro, fue todo
ambición, no dejó de buscar la portería de Diego López y como recompensa obtuvo
una victoria (3-1) contra el cuarto clasificado que le vuelve
a meter de lleno en la lucha por los puestos europeos.



Tuvo que apuntarse a una supuesta falta de sintonía entre el extremo y el delantero
para que fueran los dos quienes empujaran a su equipo hacia la victoria. Abrió la
lata el utrerano, que a los cinco minutos se descolgaba con un preciso envío hacia
la escuadra de Diego López. Encaró a Bruno, reculó el centrocampista, vio el espacio
y soltó la zurda. El disparo, magistral, dejó sin opciones al portero, que ni siquiera
pudo echar mano de sus centímetros para contestar a ese espléndido remate.

El gol ayudó a que el Atlético se viniera arriba, aunque la predisposición ya estaba.
Agüero estaba revolucionado y Forlán ansioso por destrozar la sequía. El argentino
encontró la horma de su zapato en un compatriota como Mateo Musacchio, muy atento a
cada tentativa del Kun. El Uruguayo no dejaba de moverse por todo el frontal del
ataque, buscando sin suerte en cualquier parte ese golpe de suerte que
le permitiera esquivar el desasosiego. Pero no estaba afortunado.

No escasearon las oportunidades para los Quique Sánchez Flores, pero cuando más cerca
estaba el segundo llegó el empate. No debió sorprender en las gradas del Calderón, tan
acostumbradas a los saltos de guión. El ejecutor Rossi, que zapateó un saque en corto
de Cazorla. La falta, magistral, encontró un destino similar al que había tenido el
balón de Reyes. El balón bajó con violencia y De Gea no
pudo más que acompañar con la estirada.



Con el empate el partido entró en una fase de calma que hasta entonces no había conocido.
El ritmo, algo más pausado, favoreció a Villarreal, más dado al toque y menos a las
alegrías a la carrera que tanto le gustan al equipo rojiblanco. El descanso no interrumpió
la dinámica, por más que Reyes hiciera silbar el larguero con un lanzamiento de falta
escorado, pero dados los ánimos con los que hoy encaraba partido
el Atlético era cuestión de tiempo que se rompiera.

Y lo hizo por el lado menos esperado. Tiago, que se despachó con una extraordinaria
actuación en el centro del campo, se decolgó con un gran pase entre líneas hacia Forlán.
El uruguayo se lanzó desesperado a la carrera, pero se adelantó por poco Diego López en
la frontal. Se le escapó por poco, pero el charrúa ya había olido la sangre. Un par de
minutos más tarde tuvo una doble ocasión, Primero un disparo lejano y luego una volea
a la salida del córner. En ambas se encontró otra vez con el portero.



El asedio era cada vez más evidente y el cántaro se acabó rompiendo. Filipe Luis,
abandonando sus labores, trazó una diagonal hasta la la media luna que culminó con un
pase sobre la defensa. Agüero, siempre con Musacchio haciéndole sombra, se hizo un
hueco y definió de vaselina ante la salida del portero. Un gol de bella factura aunque
no el último, pues quedaba la guinda. Contestando a quienes dudaba de su conexión,
Forlán y Reyes dibujaron una pared en la frontal del área que
culminó el charrúa para cortar de raíz sequías y rumores.

Volvió Forlán, se exhibió Reyes, marcó Agüero y espabiló el Atlético.

A. Aragón | Madrid 06/03/2011
elmundo.es

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sábado, 5 de marzo de 2011

26ª Jor Liga 2010/11 Getafe 1-1 ATLETI.- Viaje a la medianía





GETAFE 1 - ATLÉTICO 1

Getafe
Codina; Miguel Torres, Cata Díaz, Rafa, Mané (Marcano, m. 30);
Manu del Moral, Víctor Sánchez (Boateng, m. 66), Parejo,
Gavilán; Colunga (Casquero, m 78)y Miku.
No utilizados: Gonzalo; Mosquera, Pedro Ríos y Arizmendi.

Atlético
De Gea; Valera, Perea, Godín, Antonio López; Reyes, Tiago
(Juanfran, m. 83), Raúl García (Mario Suárez, m. 64), Koke
(Elias, m. 67); Forlán y Kun Agüero.
No utilizados: Joel; Domínguez, Assunção, Juanfran y Diego Costa.

Goles
1-0. M. 3. Manu del Moral.
1-1. M. 81. Elias.

Árbitro
Clos Gómez. Amonestó a Agüero, Rafa,
Victor Sánchez, Mané, Cata Díaz y Perea.

Unos 10.000 espectadores en el Coliseum.

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Viaje a la medianía

Getafe y Atlético firman el empate en un
choque confuso que no contenta a ninguno



Los parroquianos del Coliseum, remolones y descreídos, apenas habían tomado posiciones
en la grada cuando se encontraron con el primer tanto de su equipo. A los tres minutos,
el patadón y tentetieso del Cata Díaz encontró la complicidad de Miku que persiguió el
balón con fe para entregársela a Manu en su primera visita al área.
El disparo con el empeine del capitán azulón rebotó en Godín
y se volvió indescifrable para un rígido De Gea.

La apuesta ofensiva de Míchel encontraba el premio del gol antes de merecerlo. En el
primer intento. El técnico del Getafe liberó su pizarra de ataduras, apostó por el
vértigo con Manu y Gavilán en las bandas, dio vuelo a Parejo tras un mes de banquillo
y escarmiento, y mantuvo a Miku y Colunga como pareja de ataque. Apenas Víctor Sánchez
como único anclaje en el centro del campo. Hasta tres mediocentros ?Boateng, Mosquera
y Casquero? acompañaban al entrenador en el banquillo. Y dio resultado. El constante
revoloteo de la línea de creación getafense complicó la vida desde el inicio a Tiago
y Raúl García. La sociedad que formaron ambos en la sala de máquinas rojiblanca se
demostró insuficiente en la contención e incapaz en la creación.

Los de Quique, que han hecho de la turbulencia una forma de vida, llegaban a Getafe sumidos
en conspiraciones de vestuario. Desde el primer minuto, todos se esmeraron en buscar a Forlán,
por el que dirán. Lo buscaron sin medida. Hasta el exceso. Además, el lenguaje gestual entre
los jugadores atléticos escenificaba todas las recomendaciones de los manuales de urbanidad y
buen compañerismo para con el rubio uruguayo. Pero los ataques rojiblancos morían una
y otra vez en fuera de juego. Hasta cinco veces en el primer periodo
cayó el delantero en posición antirreglamentaria. No había más plan.



Mientras, los de Míchel, con más soltura y atrevimiento que de costumbre, se animaban a
intentarlo ante la inconsistencia de las filas visitantes. Los azulones son el peor equipo
de lo que va de año y viven en una montaña rusa. A medio camino entre el reto y la angustia,
luchan por no quedarse en tierra de nadie. Por ello, el duelo tenía aires de punto de
inflexión para los locales, que mientras intentan consolidar la permanencia
miran de reojo a la séptima plaza que otorga pasaporte europeo.

El vecino, con mucho más abolengo, no presenta mejores registros ni constantes. Descentrados
e hipotensos, los rojiblancos se entregaron por momentos a la parodia defensiva cuando Varela
placó en el marcaje a su compañero Perea en una falta frontal
botada por el Getafe. Mera anécdota. Puro síntoma.

Los discursos de la caseta no alteraron el guión en el arranque del segundo acto. Pero con el
paso de los minutos, los rojiblancos evidenciaron sus prisas y los locales su estado de
necesidad. Mario Suárez y Elías dieron relevo a Raúl García y Koke buscando manufactura y
suministro para Agüero y Forlán. Los tres puntos eran un botín de proporciones incalculables
y Míchel decidió que los músculos de Boateng podían afianzar mejor que nadie su custodia.
Sin embargo, el equipo azulón interpretó el cambio en términos más de repliegue que de
contención y el Atlético comenzó a merodear por el área de Codina con más inercia que
entusiasmo. Creció el miedo en el banquillo local. Diez minutos más tarde el mensaje
fue inequívoco. Casquero salió por Colunga para reforzar
todos los diques. Pero no resultó suficiente.



Asiduos a moverse en el alambre, los rojiblancos descifran los arreones finales con extraña
cotidianidad. Solo reaccionan cuando sube la marea. Es entonces cuando alcanzan un estado
febril capaz de zarandear las defensas rivales. A diez minutos para el final, Forlán cambio
de registro. Abandonó la punta de ataque para animarse en la elaboración. Se asomó a la
frontal y sirvió una delicada asistencia a Elías que ejecutó un remate más propio de un
acreditado cabeceador que de liviano atacante de apenas 1,70 metros.

El empate firmaba la indefinición del partido y de los dos contendientes. A los dos equipos
se les intuye más de lo que muestran. Pero ambos se entregan con asiduidad al desorden que
nace de las dudas. Se cruzaban dos trayectorias irregulares que buscaban tomar vuelo en pos
de misiones superiores y escenarios europeos. Pero la hoja de ruta de los dos equipos está
tan borrosa que amenaza con llevarles hasta un territorio irrelevante: la medianía.

F. SÁEZ - Madrid - 02/03/2011
ELPAIS.COM
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