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lunes, 30 de noviembre de 2009

12ª Jor. Liga 2009/10 ATLETI 4-0 Español.- Noche de paz

Atlético 4 - Espanyol 0

Atlético
Asenjo; Perea, Juanito, Domínguez, Ujfalusi; Simão (Antonio López, m. 87),
Assunção, Jurado, Reyes (Maxi, m. 69); Agüero y Forlán (Camacho, m. 77).
No utilizados: De Gea; Valera, Pablo e Ibrahim.

Espanyol
Kameni; Chica, Forlín, Roncaglia, David García (Pillud, m. 52); Verdú
(Sahar, m. 68), Moisés; Nakamura, Callejón, Luis García; y Tamudo.
No utilizados: Cristián Álvarez; Ruiz, Baena, Márquez, Coro y Lucas.

Goles
1-0. M. 26. Forlán aprovecha un despeje de la defensa tras
una combinación entre Agüero y Reyes.
2-0. M. 63. Agüero, de libre directo.
3-0. M. 85. Agüero, tras un remate fallido de Juanito.
4-0. M. 88. Maxi, tras un contragolpe.

Árbitro
González González. Expulsó a Roncaglia por doble amarilla (m. 85).
También amonestó a Simão, Nakamura, Assunção, Juanito y Tamudo.

Unos 40.000 espectadores en el Calderón.



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LIGA | ATLÉTICO 4 - ESPANYOL 0

Noche de paz

El Atlético se reencuentra con la victoria con un
Agüero estelar ante un Espanyol sin ideas

Acostumbrado al terror en una temporada de espanto el Atlético ametralló
sin reparos a un Espanyol inocente como la primera novia y sin malicia
alguna. El partido fue sobradamente terapéutico para el equipo rojiblanc o,
el único que es capaz de tropezar las veces que haga falta con la misma
piedra, un arte al alcance de muy pocos. No fue el caso. Después de más
de un mes de ensayos en busca de los tres puntos, lo que ya parecía un
mito a la altura de El Dorado, la escuadra de Quique Flores emitió señales
de mejora para goce de su sufrida afición, que asistió incrédula a la goleada.
Adiós tristeza, aunque sea por una semana. Adiós a los puestos de
descenso, en los que el Atlético había amanecido más enfangado y que
pese al recital sigue viendo por el retrovisor. Una anécdota porque tras
tantas decepciones prendió de nuevo la mecha del fútbol en un Calderón
que saboreó el segundo triunfo en tres meses, logrado con juego y
perseverancia y con un atracón de goles tras una aceptable
primera parte y un excelso final de fiesta.



Y sobre todo sin los típicos sustos y regalos defensivos que han granjeado
la leyenda negra del Atlético. Quique, que volvió a perdonar a Perea y a
castigar a Pablo y Antonio López con un lugar en el banquillo, pareció dar con
la tecla. El elegido para arreglar el entuerto del Atlético confió la banda
derecha al colombiano, un tiro al aire como de central, y colocó por el otro
ala a Ujfalusi, conocedor del puesto desde sus tiempos en la Fiorentina del
maestro Prandelli. Los remaches, con Juanito y Domínguez en el eje de la
zaga, apuntalaron la defensa colchonera, que no emitió las tradicionales
señales de sopor y desconcierto. Contribuyó la tozudez del centro del campo
del Espanyol en buscar el marco contrario con un rosario de pelotazos a
Tamudo que se quedaron en unos cuantos brindis al sol. Invitó a la proeza
el cuadro de Pochettino, que le dio vuelo al Atlético al salir al tapete temeroso
desde la pizarra. El planteamiento del técnico suramericano no sacó
provecho a las virtudes blanquiazules. Solo en la delantera, Tamudo ni supo
ni pudo conectar con Nakamura y Luis García. Tras su bronca con la
directiva la leyenda viva del Espanyol no demostró las condiciones que
le convirtieron en uno de los depredadores más temidos de la Liga.

Sí lo hizo Forlán, con la caña puesta tras su nula actuación en Chipre.
El delantero uruguayo hizo honor a su fama anotando el primer gol del
encuentro, que no empañó ni mucho menos el esplendoroso momento que
atraviesa Agüero. El premio del uruguayo llegó tras la enésima conexión
entre el Kun y Reyes, que abusaron con mala fe de David García, al que
marearon con un repertorio de paredes. En una de ellas el Kun se lanzó
como un obús directo al arco de Kameni, arrastrando a toda la defensa.
Roncaglia, que terminaría expulsado por sus constantes desaires, creyó
anular el peligro despejando el balón con un patadón. El rechace, al centro
del área, cayó imantado en las botas de Forlán, que ajustó la mirilla como
en los viejos tiempos. Aun así el partido fue de Agüero de principio a fin.
El Espanyol no olió el balón, paralizado por la frescura del argentino
abriendo las costuras por las bandas y por la luz que aporta Jurado en
su posición natural, la de enganche, donde demostró que es mucho más
productivo que ejerciendo de falso interior por la orilla. El único que
rompía el monólogo casero en escasas ocasiones fue Nakamura,
que agitó la coctelera atlética con un par de controles de manga.



Minucias comparadas con las obras de arte que desde hace un mes
acostumbra el Kun. El terremoto argentino hinchó sus números con un
gol de falta al palo del portero, en el que Kameni pudo hacer mucho más
pero aun así de bella factura como el que valió la igualada contra el
Chelsea. De esa guisa el Kun confirmó que le sobra carácter para
pelearles el puesto a los habituales tiradores de la casa a balón parado.
Una gran noticia para el Atlético, que vio caer el tercero y el cuarto de
carrerilla, con el portento porteño de protagonista. Agüero lanzó todos
los ataques, remató sus goles y el que falló Juanito y, espléndido, le
regaló a Maxi el último de la noche al contragolpe. Gracias a él un Atlético
más compacto y sereno asomó la cabeza del pozo sin recibir un gol por
primera vez en el curso. Una estadística que no tiene ni punto de
comparación con el mal fario que perseguía a Asenjo, que desde
hace un año, cuando jugaba en el Valladolid, no ganaba
un partido en Primera. Ahí es nada.

J.MARCOS - Madrid - 29/11/2009

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