VALENCIA, 0 (2) – ATLÉTICO, 1 (5)
Valencia
Diego Alves; Barragán, Rami, Ricardo Costa,
Jordi Alba; Albelda, Parejo (Tino Costa, m. 68);
Feghouli, Canales (Mathieu, m. 59),
Jonas (Aduriz, m. 57); y Soldado.
No utilizados: Guaita; Maduro, Víctor Ruiz y Piatti.
Atlético
Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis;
Tiago, Mario Suárez (Gabi, m. 46), Adrián, Diego
(Koke, m. 84), Arda Turan (Salvio, m. 74); y Falcao.
No utilizados: Asenjo, Domínguez, Perea y P. Martín.
Goles
0-1. M. 60. Adrián amolda el balón con el pecho y
suelta un disparo cruzado desde el vértice del área.
Árbitro
Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a
Courtois, Solado, Aduriz y Jordi Alba.
Tarjeta roja directa a Tiago (m. 80).
Estadio Mestalla. 45.000 espectadores.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
El duende europeo del Atlético
El conjunto de Simeone elimina al Valencia y
se enfrentará al Athletic en la final de la
Europa League, el 9 de mayo en Bucarest
Peleará por su tercer título europeo tras
la Recopa'62 y la E.League de 2010
De Madrid a Bucarest hay 2.474 kilómetros, más o menos cuatro horas de
avión que unos 10.000 rojiblancos van a hacer el próximo 9 de mayo en
su segunda procesión en tres años, al margen la Supercopa de Mónaco
ante el Inter. El Atlético salió vivo incomprensiblemente
de Mestalla, donde pasó las de Caín y, sin embargo,
terminó ganando con un gol soberbio de Adrián.
Tiene duende este Atlético en Europa, como lo tuvo hace dos cursos. Lo
tuvo entonces en Estambul, Lisboa, Valencia y Liverpool, y lo ha tenido
esta vez en Roma, Estambul, Hannover y Valencia. Caminos paralelos
que culminan en dos finales, de Hamburgo a Bucarest, una trayectoria
que muy pocos pueden firmar, acaso solamente una entidad especial,
para lo bueno, poco, y lo malo, mucho, especialmente en la última
década. El Atlético lo ha vuelto a hacer. Peleará por su tercer título
europeo después de la Recopa del 62 y del precedente de hace dos
temporadas. ¿Cómo? Difícil de explicar viendo lo de este jueves.
Sería injusto decir que es injusto el pase del Atlético, como injusto es
que el Valencia no tuviera más opciones. El equipo de Emery estampó
junto a Courtois a los rojiblancos durante una hora. Bajo el fino mando
de Canales, con la colaboración tremenda de Jordi Alba por esa banda,
impuso un ritmo insoportable para el rival y fueron goteando las
ocasiones. Una detrás de otra, y otra, y otra más. Sacó Courtois un
disparo de Feghouli, a Soldado le faltaron dos centímetros en su bota...
También a balón parado, donde al Atlético le siguen saltando
las costuras en cada córner, en cada falta lateral.
No eran capaces los de Simeone de atravesar el centro del campo, y
eso que el argentino puso todo lo que tenía en su mano. Es decir,
jugaron todos los buenos. Con un error. Metió a Mario junto a Tiago
y dejó a Gabi en el banquillo. Para su fortuna, se corrigió a sí mismo
después del descanso y los de fuera cambiaron la cara con Gabi en
el medio. Incluso así siguió sufriendo el Atlético tras la
pausa, siempre bajo la batuta de Canales, enorme
hasta que la rodilla le volvió a hacer burla y, a la
espera de lo que digan los médicos,
debió retirarse del campo.
Ahí se acabó el partido para el Valencia, al que se le apagaron las luces,
y más cuando Diego robó una pelota a Rami. Levantó la cabeza y vio el
desmarque de Adrián. Este chico, el asturiano, tiene cara de Eurocopa.
Recibió el balón de Diego, la controló con el pecho y la dejó botar una
vez. Desde la esquina del área, metió el empeine de su bota derecha
para taladrar la portería de Diego Alves en la escuadra opuesta. Fue
soberbio, tremendo, espectacular el golpeo de un tipo en permanente
crecimiento. Ese gol obligaba al Valencia a hacer tres en media hora,
pero sin el faro de Canales el equipo de Emery perdió todo lo que tenía.
Además, el Atlético se quitó el miedo, que lo tuvo, y mucho, durante la
noche, y Diego siguió viendo los desmarques a la espalda de una
defensa que ya no miraba hacia atrás. Sólo un ridículo, uno más
del invento este de los cinco árbitros, animó el final.
A falta de 10 minutos, una mano de Tino Costa fue interpretada por el
árbitro como nada. Sin embargo, el juez de portería lo llamó y pareció
pitar penalti. Ahí se montó un follón de mil demonios que terminó con la
expulsión de Tiago y una amarilla para Soldado. Cuando todo se disolvió,
después de cuatro minutos, resulta que no había pitado el penalti.
Anécdotas que se recordarán en un camino, el del Atlético, que lo
devuelve al máximo escenario europeo, apenas dos años
después. Entonces ganó. Ahora espera el Athletic.
E. J. Castelao
27/04/2012 elmundo.es
_______________________________________
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario