17ª Jor. Liga 2011/12 ATLETI 0-2 Betis.- No hay paz para el Atlético

ATLÉTICO 0 BETIS 2

Atlético de Madrid
Courtois; Juanfran, Godín, Domínguez, Filipe; Gabi (Salvio,
m. 83), Assuncao, Arda Turan (Koke, m. 70);
Diego (Reyes, m. 70); Adrián y Falcao.

Betis
Casto; Isidoro, Dorado, Amaya, Nacho; Cañas, Iriney,
Beñat (Roque, m. 71); Pozuelo, Jonathan Pereira (Jefferson
Montero, m. 64) y Rubén Castro (Molina, m. 85).

Goles
0-1, m. 55: Pozuelo aprovecha un resbalón de
Domínguez y bate a Courtois.
0-2, m. 90: Santa Cruz, tras un
error en el despeje de Godín.

Árbitro
José Luis González González (C. Castellano-leonés).
Expulsó por doble amarilla a Pozuelo (m. 56 y 73).
Amonestó a los locales Domínguez (m. 29) y
Assuncao (m. 40) y a los visitantes
Cañas (m. 44) y Casto (m. 87).

Incidencias
Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de
Liga en Primera División, disputado en el estadio
Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores.
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No hay paz para el Atlético

El equipo rojiblanco se disuelve tras el descanso
tras no materializar su dominio en la primera mitad

El Betis, con goles de Pozuelo y Santa Cruz, consigue
ganar a domicilio tras seis derrotas consecutivas



Ni en el cielo, ni en la tierra. Ya no hay lugar donde sea feliz el Atlético. Su propio
fortín, allá donde presumía de números de Champions, también ha sido profanado
y todos sus efectivos sufren un preocupante proceso de vulgarización. En este
domingo matinal se marchó sonriente el Betis (0-2), un equipo que sumaba seis
partidos consecutivos sin vencer a domicilio hasta que llegó al Calderón y
aprovechó la bicoca. El joven Pozuelo, primero, y Roque Santa Cruz, después,
encontraron la pepita de oro en un bosque de nervios e impotencia. Cierto que
mereció bastante más el Atlético por juego, pero todo es muy difícil cuando se
navega con tanto viento en contra. Se anuncia la enésima semana cuesta arriba
en el Manzanares. El profesor malhumorado, Gregorio Manzano, dio
varios pasos más hacia ese precipicio anunciado: la cola del paro.

Fue una nueva mañana de autodestrucción a orillas del Manzanares, esta vez
casi clandestina por coincidencia con la final del Mundialito. Lo que comenzó
siendo un ejercicio de redención -la primera parte del Atlético fue más que
convincente- se disolvió y finalizó con las vergüenzas colectivas al aire y un
mosqueo monumental en una parroquia tan maltratada como asqueada.

Ni jugando bien, ni dominando a placer, logró el equipo madrileño hacer daño a
un Betis muy firme atrás, que jugó con los nervios de su oponente hasta que
encontró el momento de sacar los puñales. Contó con el punto de suerte y
oportunismo necesario, pero esos regalos del destino, para encontrarlos, hay
que buscarlos con la fe mostrada por los verdiblancos. Sostenidos por Casto,
su guardameta multiplicado, y por una zaga solvente en el trabajo antiaéreo,
los jugadores de Pepe Mel encontraron la rendija en dos contras demoledoras.



Para ser exactos, el Atlético jugó al fútbol 45 minutos. Hubo ciertos retoques en
el once -Manzano dejó a Reyes en el banquillo, dio entrada a Juanfran en el
lateral, a Assunçao en el medio y a Adrián junto a Falcao arriba- y el equipo
pareció agradecerlo. El asunto funcionó en la medida en que aparecieron Diego
y el turco Arda. Pronto avisaría Falcao de cabeza y después con la zurda y en
ambas ocasiones se salvó el Betis de milagro. Luego Godín, y más tarde Arda,
tuvieron el gol en sus botas. Pero el premio no llegó de ninguna de las maneras.

Pozuelo encuentra el tesoro

El descanso, la orilla a la que llegó el Betis para sembrar la segunda parte de
dificultades al Atlético, sentó mal a los locales. Pronto salió fugaz Rubén Castro
por la izquierda y conectó con Pozuelo, quien aprovechó el resbalón
de Domínguez para definir con buen pulso y belleza ante Courtois.

Fue el inicio del drama. Manzano, en modo ocurrencia, reclamó a José Antonio
Reyes y mandó a la banda a Diego, con la consiguiente bronca de un público
siempre agrio con las decisiones del técnico jienense. Ni Reyes, ni Adrián, ni
Falcao. Nada. Los nervios atenazaron a los locales y dieron paso
al guión previsible tantas veces visto. Un acto de fe
improductivo y desesperante para la grada.



Tampoco sirvió que, cuando faltaban 20 minutos, Pozuelo viera la segunda
amarilla y se debiera marchar antes de tiempo. Ese momento, el Atlético fue
impotencia y circo, como sucedió en el gol que rubricó la victoria del Betis,
obra de Roque Santa Cruz con la colaboración de Diego Godín desastroso.

La semana que arranca no será fácil para el Atlético, como no lo fue la pasada
ni la anterior. El equipo rojiblanco tiene la obligación de remontar el 2-1 de la
ida de Copa ante el Albacete. En este momento es impredecible saber con
qué efectivos -¿estará Reyes en Madrid, en Estambul o en Sevilla?- y quién
los dirigirá -¿Manzano, Luis, Simeone?- afrontará lo que debería ser
un trámite. Otra vez a la deriva. Y sólo estamos en diciembre.

A. Sanchidrián | Madrid
18/12/2011 elmundo.es
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