ATLÉTICO 0 MÁLAGA 3
Atlético de Madrid
De Gea; Ujfalusi, Perea (Domínguez, m. 21), Godín,
Filipe Luis; Reyes, Raúl García (Forlán, m. 60),
Mario, Elías (Koke, m. 46); Agüero y Diego Costa.
Málaga
Caballero; Gámez, Demichelis, Kris Stadsgaards,
Eliseu; Sebas Fernández, Camacho, Apoño, Duda
(Sandro Silva, m. 70); Baptista y
Rondón (Maresca, m. 84).
Goles
0-1, m. 29: Rondón, de cabeza, a centro de Jesús Gámez.
0-2, m. 35: Baptista remata de cabeza un pase
perfecto de Sebas Fernández.
0-3, m. 84: Maresca, tras un rechace de De Gea.
Árbitro
Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó a los locales
Diego Costa (m. 27) y Ujfalusi (m. 42) y a los visitantes
Duda (m. 27), Demichelis (m. 73) y Jesús Gámez (m. 78).
Incidencias
Partido correspondiente a la trigésima quinta jornada de
Liga en Primera División, disputado en el estadio
Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores.
Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto
de silencio en memoria de Severiano Ballesteros,
fallecido la pasada madrugada a los 54 años.
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El Málaga sonroja al Atlético
Rondón, Baptista y Maresca castigan
la indolencia de los rojiblancos
El Málaga roza la permanencia, el
Atlético puede complicarse Europa
Tanto dulce empalaga al Atlético, que es muy salado. No podía soportar una paz tan
duradera. Llevaba desde el 19 de marzo sin derramar acíbar sobre una afición histórica
que hace ya demasiado presume de masoca. El Málaga de Manuel Pellegrini campó en
el Vicente Calderón con sus apuros y su elenco equilibrado, desplegó un buen
repertorio, devolvió el guantazo de la primera vuelta, el 0-3 de La Rosaleda, y volvió a
su soleada costa con la permanencia casi conquistada y su
racha más alta y más guapa: cuatro victorias seguidas.
El gran paso adelante del Atlético -cinco jornadas, cuatro victorias y un empate- se
desmoronó de golpe. Con este resultado, el equipo de Quique Sánchez Flores se aleja
del quinto puesto al que aspira y se acerca algo al octavo que lo dejaría sin competición
europea la próxima temporada. El Espanyol no es favorito en el derbi de esta tarde en
el Camp Nou, pero con las necesidades culés prácticamente saciadas, algo puede picar.
Y si le hace una gracia al Barça, el Atlético volvería a sentir vértigo
a tres jornadas del final, ese vértigo que empuja al vacío.
Extrañar a Perea
El solecito que enseñó el cielo tras un día entoldado y lluvioso pareció infundir pereza en
los rojiblancos, que cambiaron un cromo en el medio, por la lesión de Tiago. Raúl García
no fue capaz de imponer autoridad como acompañante de Mario Suárez, también
picoteado por la mosca tse-tse. Desde el primer segundo cedieron al empuje de un
Málaga con el mismo dibujo táctico, pero con el hambre que debe tener un grupo que se
juega la vida en Primera y su prestigio. Entre los ganadores de la batalla central, un
Camacho que dejó la casa rojiblanca en enero para enfundarse la
blanquiazul malagueña. A su lado, Apoño: un futbolista con criterio.
Sin duda, lo más granado del Málaga se encuentra en el frente de ataque. Rondón no
holló la cota de los 14 goles ligueros por casualidad. Su altura le permite zancada y
dentro de su cabeza rapada cabe mucho fútbol. Y ha encontrado un socio de lujo con
el que se releva en la misión del gol: Baptista marcó su sexto en los últimos cuatro
partidos. Entre el 0-1 del venezolano y el 0-2 del brasileño pasaron seis minutos.
La ejecución fue prácticamente idéntica: un centro medido desde la banda derecha
y un cabezazo tan cómodo como perfectamente medido. Uno, picado; otro, cruzado.
Para el primero asistió Gámez; para el otro, Sebas Fernández.
Los goles habían castigado dos de las flagrantes desconexiones del Atlético. Por el
mismo lado: el que cubrían Filipe Luis y también Elías, en tarde tan pésima que terminó
en el descanso, cuando fue sustituído por Koke, quien tampoco arregló nada. Pero en
el centro de la defensa rojiblanca saltó una noticia inesperada: se echaba de menos a
Luis Perea, el colombiano que se había lesionado a los 18 minutos. Su zona de
influencia, donde podía competir en velocidad con Rondón, había sido heredada por
Godín, que no estuvo ágil ni atento para evitar los dos dardos del Málaga.
Sin actitud
El Atlético, ya con Koke, dio un paso adelante que no incomodó a su rival. Willy
Caballero, el portero malaguista, intervino por primera vez en el minuto 70, cuando
los rojiblancos componían un dibujo vanguardista con el suplente Forlán pegando
disparos desatinados a diestro y siniestro junto a Diego Costa -que enseñó un perfil
sucio y pendenciero-, Reyes y el Kun, a quien se le acabó la munición después de
seis jornadas seguidas marcando goles. Gran parte de las razones de la
incapacidad rojiblanca para descoser al Málaga las aportaron
Demichelis y Kris, impecables en las coberturas.
La falta de actitud rompió al Atlético en la primera fase del duelo, mientras que en
el desenlace final lo venció la fatalidad. El sentimiento de que hay días en que uno
no está para nada y que por mucho que se esfuerce nada va a conseguir. El Málaga
arruinó cualquier atisbo de recuperación moral del Atlético con el gol de Maresca a
los 15 segundos de sustituir a Rondón. Fue otro regalo a Baptista, a quien David
de Gea prohibió el doblete con una soberbia intervención. Lo que no pudo impedir
el portero requerido por el Manchester United fue dejar el balón muerto
a los pies del delantero italiano, quien definió con el izquierdo.
En la lucha cerrada por el descenso la salvación puede no estar consolidada con
los 42 puntos que ya suma el Málaga. Le falta rebañar al menos uno
más este miércoles para disfrutar de dos semanas
plácidas, con la satisfacción del deber cumplido.
F. Llamas | Madrid 08/05/2011
ELMUNDO.ES
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