8º´s ida Copa 2010/11 - ATLETI 1-0 Español.- El último servicio de Simao

Atlético, 1; Espanyol, 0

Atlético
De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Assunção,
Tiago, Simão (Raúl García, m. 82); Agüero (Fran Mérida, m. 91) y
Forlán (Diego Costa, m. 13).
No utilizados: Joel; Valera, Godín y Mario Suárez.

Espanyol
Cristian Álvarez; Chica, Amat, Víctor Ruiz, David García; Baena,
Javi Márquez (Callejón, m. 46); Verdú, Sergio García (Forlín, m. 70),
Dátolo (Álvaro Vázquez, m. 77); y Osvaldo.
No utilizados: Kameni; Didac, Iván Alonso y Luis García.

Gol
1-0. M. 32. Simão, de penalti.

Árbitro
Fernández Borbalán. Expulsó a Reyes por roja directa (m. 41) y a
Víctor Ruiz por doble amarilla (m. 67). También amonestó a
Javi Márquez, Ujfalusi, Dátolo, Agüero, Ujfalusi y Filipe Luis.

Unos 15.000 espectadores en el Calderón

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El último servicio de Simao

* El luso se despide como rojiblanco
marcando de penalti el tanto de la victoria

* Forlán se lesionó a los cinco minutos;
Reyes y Víctor Ruiz fueron expulsados

* Gran partido del Kun Agüero al que le faltó puntería



No faltó de nada en el último menú del año en el Calderón. Dos expulsados, un lesionado, un
penalti pitado y alguno que otro olvidado, grandes dosis de polémica y un único gol bajo la lluvia
que mantiene en vilo la eliminatoria. Una Copa de despedida al 2010 con un brindis especial de
Simao. El portugués, como ya hiciera en su momento Jurado, realizó su último servicio a la
causa rojiblanca convirtiendo la pena máxima que concede esa pequeña gran ventaja al que ha
sido su equipo durante tres cursos y medio. Aún así todo se decidirá en Cornellà
porque el Espanyol, blindado en su nuevo fortín, aún tiene mucho que decir.

No hubo instante para el respiro en un primer acto marcado por la lluvia. Un invitado que acompasó
el baile durante los 90 minutos. Mucho menos, apenas diez, aguantó en pie Forlán. El uruguayo
sufría un esguince de tobillo nada más arrancar el duelo y dejaba su lugar a Diego Costa. Para
entonces ya había avisado el Espanyol con sus venenosos dardos argentinos Osvaldo y Dátolo.
Dos sobresaltos que sacaron al Atlético del letargo y sirvieron para despertar al Kun Agüero.
Batallador, incisivo e intenso. Una pesadilla constante de la zaga periquita incapaz de maniatarlo en
ningún momento. Sobrado de genialidad pero falto de puntería, eso sí. Su primera embestida
a los 13 minutos concluyó próxima al palo, como todos sus intentos de la noche.



Porque el único gol, como si el guión llevase tiempo escrito, lo marcó Simao. No podía ser de
otra manera. Un disparo de Reyes desde fuera del área tocaba en el brazo de Amat y el árbitro se
marchaba directo al punto de penalti. Una decisión controvertida porque nunca llegó a estar claro
si la mano fue dentro o fuera del área. Aún así, no era cuestión de divagar y el capitán rojiblanco,
en su último trabajo como colchonero, engañaba a Cristian para tomar la delantera. Una estampa
perfecta. El Atlético dominaba al Espanyol y todo comenzaba a carburar al gusto de los locales.
Incluso De Gea se lucía ante Osvaldo para deleite del escaso público.

Sin embargo, todo se cortocircuitó al borde del descanso. Reyes, con o sin motivo, volvió a sacar
a pasear su genio indomable. El mismo con el que ha dejado en inferioridad a su equipo en más
de una ocasión. Una entrada de Dátolo en la medular, con balonazo incluído, cuando yacía sobre
el suelo y el sevillano explotaba con un cabezazo a la altura del pecho que fulminaba a su dolorido
rival. Resultado: roja directa al andaluz y partido nuevo para resignación de Quique Sánchez Flores.
Mientras, Dátolo salía de rositas con una amarilla que debió tener otro color. Un daño
que el Kun habría suavizado de haber aprovechado su enésima genialidad.



No reculó el Atlético. Al contrario. Supo aguantar con soltura en inferioridad mientras acompañaron
las fuerzas. Entonces apareció De Gea con duelo por bajo ante Osvaldo en el que se jugó su mano
derecha y una parada imposible a cabezazo también del argentino. Logró mantenerse en pie hasta
que el árbitro decidió devolver la igualdad al duelo. No tanto por la segunda tarjeta amarilla a Víctor
Ruiz sino por la primera, recibida más por la presión atlética que por la gravedad de
la entrada. Aunque ambas cartulinas tras sendas acciones forzadas por Agüero.

Pudieron ampliar su renta los rojiblancos pero también pudieron entregar su botín en cualquier
aventura blanquiazul. Quizás faltó el gol de Agüero, con el que soñarán los defensas del Espanyol
durante todas las navidades. Quizás merecieron marcar los chicos de Pochettino. Quizás. El gol
de Simao pesa más de lo que parece. Es su último servicio a la causa y quizás sea suficiente para
dar el pase a sus ya ex compañeros a los cuartos de final de la Copa. Lo que es
seguro es que todo se desvelará ya el año que viene y será en Cornellà.

C. Guisasola | Madrid 22/12/2010
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