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domingo, 5 de diciembre de 2010

14ª Jor. Liga 2010/11 Levante 2-0 ATLETI.- Una semana de terror atlético



LEVANTE 2 - ATLÉTICO DE MADRID 0

Levante
Reina, Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran, Xavi Torres,
Pallardó, Xisco Nadal (Gorka Larrea, m.71), Rubén
(Robusté, m.84), Juanlu y Caicedo (Rafa Jordá, m.75).

Atlético de Madrid
De Gea, Ujfalusi, Perea, Godín (Fran Mérida, m.83),
Antonio López, Assunçao (Mario Suárez, m.32), Raúl
García, Reyes, Simao (Diego Costa, m.80), Agüero y Forlán.

Goles
1-0, m.3: Nano.
2-0, m.59: Caicedo.

Árbitro
Álvarez Izquierdo (colegio catalán). Amonestó por el Levante a
Nano, Robusté, Javi Venta, Xavi Torres y Rubén y por el
Atlético de Madrid a Assunçao, Simao, Fran Mérida, Perea y Ujfalusi.

Incidencias
Partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 11.800
espectadores. El entrenador del Atlético de Madrid, Quique Sánchez
Flores, que estaba lesionado, vio el partido desde una
cabina en la zona alta de la tribuna del estadio.
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Una semana de terror atlético

* Nano y Caicedo tumbaron a un Atlético en estado de 'shock'

* Los rojiblancos suman la tercera derrota seguida esta semana



David de Gea clavó la mirada en el césped del Ciudad de Valencia. La misma imagen repetida por
tercera vez en la semana más trágica del curso para el Atlético (2-3 ante el Espanyol y 2-3 ante el Aris).
Eso sí, esta vez el chaval nada tuvo que ver en la derrota (2-0). Más bien, evitó que la sangría fuera
aún mayor. Un pie por aquí y una mano por allá con los que poner freno a la avalancha granota. Pero
nada pudo hacer ante Nano y Caicedo para evitar la tragedia. Fue el único, junto con el solitario
Kun Agüero, que decidió no mirar a otro lado. Pero la estocada del Levante, muy superior todo
el partido, era letal y a los rojiblancos sólo les faltaba esperar a que el árbitro pusiera fin al martirio.

Fiel a esa rutina peligrosa, el Atlético tuvo que remar a contracorriente casi desde los vestuarios.
Un nuevo error defensivo, el enésimo resbalón en la zaga y el Levante sacaba los colores al endeble
muro atlético. Un cabezazo de Nano, sin oposición, volvía a poner un partido en estado de alerta.
Como ha sido norma en los cuatro últimos duelos. Caraja inicial a la que tuvieron que hacer frente
de nuevo los rojiblancos, sólo que esta vez, el mareo duró más de lo esperado.

El zarpazo granota apenas inmutó a un Atlético que parecía no querer saber nada del partido. Ni
Assunçao, que volvía tras varios partidos fuera del once inicial, ni Raúl García, sustituto del sancionado
Tiago, eran capaces de hacer frente a la presión granota. Reyes, sin salida al centro, se diluyó en la
banda y el Kun y Forlán apenas olieron el balón. Motivos suficientes para que el Atlético no realizara
su primer disparo a puerta hasta el final del primer acto. El honor fue para el punta
uruguayo pero el meta levantinista Reina, poco acostumbrado a tanta
benevolencia, voló hasta la escuadra para conservar la ventaja.



Para entonces De Gea ya había sacado una mano imposible sobre la línea tras disparo a bocajarro
de Rubén Suárez, el mejor del partido, y Perea había evitado la puntilla con un despeje de emergencia
ante Caicedo. Para entonces Assunçao, que no se marchó expulsado por doble amarilla por esos
extraños caprichos de los árbitros, ya había dejado su sitio a Mario Suárez, con el mismo tino que su
antecesor. Para entonces la desidia y dejadez del Atlético no parecían
tener solución, pese que el reloj aún dejaba margen de maniobra.

Porque el segundo acto sólo sirvió para que el Levante rematase la faena con una simple presión a
medio campo. Un equipo ordenado que no dejó un resquicio a su aletargado rival. No les hizo falta
nada más a los chicos de Luis García. El muro rojiblanco sangraba por la izquierda de un atolondrado
Antonio López, por la derecha de Ujfalusi y por el centro, con Godín y Perea. De Gea paraba cuánto
podía hasta que Caicedo, la pesadilla rojiblanca durante toda la noche, un expreso para los
desorientados zagueros madrileños, colocaba el balón en la escuadra. Imposible para
cualquiera, incluso para el inspirado portero colchonero. Lo intentó por
su cuenta Agüero pero no encontró colaboración.

Y es que ya es difícil ocultar la evidencia. Lo del Atlético, más que dudas son certezas. Evidencias de
una crisis desbordada en esta semana trágica rojiblanca. Tres partidos, tres derrotas y una sangría
defensiva -ocho goles encajados- que volvió a encrespar a su técnico Quique Sánchez Flores,
espectador de lujo desde la grada por su sanción. Un nuevo despropósito sobre el césped del que
no perdió detalle alguno. Por suerte para los rojiblancos, la semana ha terminado, aunque el
Deportivo ya asoma en el horizonte. Veremos si esta vez el enfermo tiene cura.

C. Guisasola | Madrid 04/12/2010
ELMUNDO.ES
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