9ª Jor. Liga 2011/12 ATLETI 1-1 Mallorca RCD.- Las decepciones clónicas

ATLÉTICO 1 MALLORCA 1

Atlético de Madrid
Courtois; Silvio, Miranda, Godín, Filipe Luis; Tiago
(Reyes, m. 54), Mario Suárez, Diego, Arda Turan
(Pizzi,m. 80); Falcao y Adrián (Salvio, m. 54).

Mallorca
Aouate; Pau Cendros, Ramis, Chico Flores (Joao
Vitor, m. 72), Bigas; Pina, Tissone; Nsue,
Tejera (Alfaro, m. 46), Chori Castro;
y Tomer Hemed (Aki, m. 60).

Goles
0-1, m. 2: Tomer Hemed, de penalti.
1-1, m. 43: Falcao, de penalti.

Árbitro
Fernández Borbalán (C. Andaluz). Amonestó a los locales Arda
Turan (m. 56) y Mario (m. 61) y a los visitantes Ramis (m. 43),
Chico Flores (m. 48), Bigas (m. 54), Tissone
(m. 69) y Chori Castro (m. 84).

Incidencias
Partido correspondiente a la novena jornada de Liga en
Primera División, disputado en el estadio Vicente
Calderón ante unos 40.000 espectadores.

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El Mallorca también puntúa en el Calderón (1-1)

Las decepciones clónicas



El Atlético clona sus partidos y sólo sus resultados varían: o empata, como este
domingo en la Liga, o pierde, como el jueves en la Europa League. Lo de ganar
está olvidado desde el 20 de septiembre. El gol, que no marcaba desde
el pasado día 29, lo firmó desde el punto de penalti, como
lo había hecho antes el ultraconservador Mallorca.

En todas las ocasiones, Gregorio Manzano está en su derecho de invocar a la
mala suerte. pero es lo que hay. El juego de su equipo transmite dominio,
centrocampismo insulso, porque crea pocas ocasiones de gol, y un ataque
estático y previsible. Sobre todo si se le colocan enfrente dos líneas pobladas
con nueve o 10 jugadores rivales, estrategia a la que se apuntó Joaquín
Caparrós, técnico del Mallorca, para puntuar en el Calderón.

El Mallorca salió de su isla a por su segundo empate consecutivo y lo encontró
de la misma manera que ante el Valencia en Palma: por medio de un penalti
interpretativo, inmerecido. La diferencia es que en la jornada anterior se lo
concedieron en tiempo de prolongación y en el Calderón lo disfrutó antes de
que se cumpliera el primer minuto. Los 90 y tantos restantes le siriveron para
exponer un discurso árido y rocoso ante el que un rival con pocas ideas no
halló escapatoria, a pesar de haber recuperado la igualdad antes del descanso
y haberse lanzado, teóricamente, hacia la victoria en el segundo tiempo.



Sin capacidad de sorpresa

El Atlético de las goleadas quedó en el olvido, como el 4-3-3 que pregonó
Manzano hasta el final del verano. Con la nueva estación, la evidencia lo ha
trasladado a planear un juego con dos puntas, esta vez Adrián junto a Falcao,
dos pivotes (para la ocasión, Tiago y Mario) con Arda y Diego en funciones
desestabilizadoras. El final del cuento se narra a través de altos porcentajes
de posesión, una circulación de pelota poco fluida y los desmarques
sin capacidad de sorpresa en la inmensa mayoría de las ocasiones.

Tras convertir en gol el penalti por mano de Sílvio -un centro de Tissone que
pegó involuntariamente en el brazo del portugués, pegado a su cuerpo-, el
Mallorca se atrincheró con comodidad y denegó una y otra vez el visado hasta
la red de Aouate, que intervino poco en el primer tiempo -un cabezazo manso
de Falcao- y con cierto mérito en el segundo a un disparo de Reyes, que
refrescó al equipo madrileño junto a Salvio poco después del intermedio.



El resto del éxito mallorquinista fue obra de una defensa numerosísima que,
con el riesgo de cometer algún penalti como el que reclamó Diego en el quinto
y último minuto de la prolongación, mantuvo a raya a los rojiblancos y les tapó
líneas de pase y de disparo. Cuando no le fue posible, porque a Arda Turan
le van saliendo algunos pases letales, la zaga del Mallorca y su portero se
aliaron a la falta de puntería de Adrián y Salvio o la impuntualidad
de Falcao, que en algunos instantes cayó en la desesperación.

Una conmoción de Chico al chocar entre Aouate y Arda añadió preocupación
a un partido trabado y en largas fases aburrido. No se han relatado lesiones
serias del defensor mallorquinista, aparatosamente evacuado en camilla.

La parroquia del Calderón emitió las primeras voces de disgusto contra su
equipo y contra el entrenador jiennense, que por primera vez se vio
obligado a agachar la cabeza y admitir las razones de la plebe.

F. Llamas | Madrid
23/10/2011elmundo.es
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