36ª Jor. Liga 2009/10 ATLETI 3-1 Valladolid .- El Atlético no ejerce la caridad en su casa

ATLÉTICO 3 - VALLADOLID 1

Atlético
De Gea; Valera, Ujfalusi, Juanito, Cabrera; Salvio (reyes, m. 73),
Assunção, Tiago, Simão (Raúl García, m. 62); Jurado
y Forlán (Ibrahima, m. 76).
No utilizados: Joel; Domínguez, Ignacio Camacho y Agüero.

Valladolid
Jacobo; Pedro López, Luis Prieto (Nauzet, m. 71), Nivaldo, Barragán;
Sereno; Pelé, Borja, Baraja (Sesma, m. 71); Manucho (Bueno, m. 78)
y Diego Costa.
No utilizados: Justo Villar; Arzo, Font y Canobbio.

Goles
1-0. M. 43. Juanito cabecea un centro de Jurado al segundo palo.
2-0 M. 67. Jurado remata ajustadio al palo tras un fallo de Nivaldo.
3-0. M. 72. Raúl García roba el balón y Forlán marca de tiro cruzado.
3-1. M. 77. Sesma cabecea el balón después de un remate al larguero de Manucho.

Árbitro
Ayza Gámez. Amonestó a Nauzet.

Unos 35.000 espectadores en el Calderón.



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El Atlético no ejerce la caridad en su casa

A la necesidad, más hambre. El Valladolid, metido en la pelea por no
descender, no profundizó en la enorme tranquilidad, casi apatía, que
muestra este Atlético, refinalista copero, sin objetivos en la Liga.
Que ganó 3-1, más por la impericia ajena que por su intención.
No tuvo más remedio que vencer. Javier Clemente ya conoce la
derrota al frente de los pucelanos.



Después de un apreciable dominio en la primera parte, el Valladolid cayó
en picado tras el primer gol rojiblanco, un balón que empujó Juanito en
el área pequeña justo antes del descanso. El precioso el centro
de Jurado coronó su única incursión por el carril derecho.

Ese gol obligó al Valladolid a salir con más alegría de su cueva pasado el
intermedio, lo que aprovecharon Jurado y Forlán para hacer sufrir más a
Jacobo, el portero pucelano que intervino con acierto frente a
otras amenazas de los delanteros del Atlético.

Con el carrusel del cambios a raíz del 3-0 y los coletazos agónicos del
Valladolid llegó el gol de Sesma, el que no supo meter Manucho, peleado
con el larguero. Un consuelo que no da de comer a este necesitado
equipo de Clemente, no excesivamente perjudicado debido
a los resultados de sus rivales por la salvación.



Clemente plantó tres centrales y dos laterales nada ofensivos. Y no le
fueron mal las cosas de inicio, porque Diego Costa, que pretende volver
al Manzanares recomprado por el Atlético, se plantó una y mil veces en
zona de peligro, fundamentalmente retratando a Valera. Manucho, un
portento físico, llegó tarde a dinamitar el Calderón y eso que se lo pusieron
en caldero. Fallar y volver a fallar -De Gea sólo tuvo una intervención de
mérito- terminó con los nervios de los pucelanos. Y el camino del
contragolpe, arte atlético por excelencia, se abrió de par en par.

El Atlético todavía es algo en cualquier partido: sin Agüero, tuvo a Forlán;
sin Reyes, a Salvio; con Assunçao en vez de Raúl García y Ujfalusi de
vuelta al centro de la defensa, Jurado ejerció de enlace y cabeza pensante.
Pensó para lanzar a su equipo y rematar al Mallorca con
un formidable gol, con desmarque y burla a Nivaldo.

El Valladolid pagó atacar con la cara descubierta, porque no le quedaba
otra. Tiene ante sí dos jornadas de Liga para darle la alegría que espera
a una afición que atronó a ratos el Calderón con sus gritos de ánimo.

F. Llamas 06/05/2010

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