36ª Jor. Liga 2011/12 Betis 2-2 ATLETI.- Falcao maquilla la torpeza

Real Betis 2 - Atlético de Madrid 2

Real Betis
Fabricio; Nelson, Amaya, Paulao, Nacho; Iriney,
Matilla (Beñat, m.46), Salva Sevilla (Jonathan
Pereira, m.52); Jefferson Montero, Santa
Cruz (Pozuelo, m,74) y Rubén Castro.

Atlético
Courtois; Filipe Luis, Godin, Dominguez, Juanfran,
Tiago, Gabi, Diego (Koke, m.58), Salvio
(Arda, m.76); Adrian y Falcao.

Goles
0-1. m.63, Koke.
1-1. m.86, Pozuelo.
2-1: m.88, Pereira.
2-1: m.93 , Falcao

Árbitro
José Antonio Teixeira Vitienes (c.cántabro).
Mostró tarjeta amarilla a Tiago (m.25), Gabi
(m.41), Matilla (m.44), Pereira (m.72),
Iriney (m.81), Amaya (m.89).

Incidencias
Partido disputado en el benito Villamarin ante 36.879
espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Antes de empezar el partido el presidente del Real Betis,
Miguel Guillén recibió la camiseta con el número 12 de la
Federación Española al club por el buen comportamiento
de sus afición, acto al que asistieron el socio
más joven de la entidad, un bebe de 19 días,
y el más veterano, de 94 años.

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Falcao maquilla la torpeza

El colombiano logró el 2-2 final en el 93', después
de ir ganando 0-1 hasta el minuto 85, lo que sitúa
a los rojiblancos a seis puntos de la Champions

Pozuelo y Jonathan Pereira dieron la
vuelta al tanto inicial de Koke



En el minuto 86, el Atlético ganaba (0-1) al Betis habiendo sido
inmensamente superior y habiendo tirado a la basura media docena de
opciones muy claras. En el minuto 89, el Atlético perdía (2-1) tras dos
despistes impropios. En el minuto 93 Falcao cazó un córner y el partido
de los rojiblancos en Sevilla terminó con un sabor dulce cuando en
realidad es amargo, pues, escrito está, el Atlético pudo haber
sentenciado la tarde mucho antes de esos últimos minutos.

El punto deja al Atlético con una única esperanza para llegar a la
Champions, y siempre con permiso del Levante. Se trataría de ganar a la
Real Sociedad el miércoles y que el Barça hiciera lo mismo con el Málaga,
reduciendo así la ventaja a tres puntos. El próximo fin de semana, el
Atlético recibe en el Calderón a los andaluces, y una victoria los igualaría
a puntos pero los de Simeone estarían por delante. Eso contando, valga
la reiteración, con que el Levante también se deje al menos cuatro puntos
en estas dos jornadas. En resumen, un lío que se hubiera
simplificado mucho de haber tenido más puntería.



Porque el Atlético, a un ritmo lento pero seguro, fue dueño absoluto del
partido ante un Betis desconocido, alejado de la pelota por los rojiblancos,
desarmado por la cadencia lenta, por momentos somnífera, de un equipo,
el madrileño, que necesitaba ese partido lento para no pagar la factura de
la semifinal europea. Como quiera que encontró la complicidad
del rival, durante 85 minutos se dedicó a jugar a
placer y a fabricar ocasiones de gol.

Dejó de inicio Simeone a Arda y a Miranda en el banco, el turco al parecer
por unos problemas gástricos. Su plaza la ocupó Salvio, competente en
casi todo lo que hizo, aunque algo más de precisión lo hubiese agradecido
su equipo. Como quiera que el partido se disputaba a cero por hora,
cualquier acelerón del argentino suponía una opción. Adrián pudo abrir la
cesta al borde del descanso, pero primero remató en fuera
de juego y luego Fabricio le sacó un pie inverosímil.



Al ritmo del extremo argentino siguió el Atlético con el guión a la vuelta del
intermedio. El goteo de ocasiones proseguía mientras Simeone le daba
también un respiro a Diego, metiendo a Koke. Fue precisamente el
canterano el que rompió el cantaron en la fuente tras una cesión generosa
de Falcao. No varió el horizonte y siguió el Atlético a lo suyo, fabricando
recursos, pero empezó a sufrir. Poco después del gol, Adrián solo
delante de Fabricio tras una jugada ensayada la estrelló en el
guardameta, y el despeje dejó a Rubén Castro solo
con Courtoistras un error grosero de Godín.

Mejoró el Betis con la entrada de Pozuelo, y al rebufo del muchacho, en dos
minutos le dio la vuelta a las cosas. Primero empató tras una jugada a balón
parado, y después Pereira culminó acaso la única jugada trenzada de los
verdiblancos en toda la noche. En tres minutos el partido había dado media
vuelta y miraba con burla al Atlético, que veía alejarse la Champions. Por
suerte para ellos, apareció Falcao para fundar la cofradía
del clavo ardiendo en busca del cuarto puesto.

E. J. Castelao | Madrid
29/04/2012 elmundo.es
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Semis. vuelta UEFA Eur. L. 2011/12 Valencia 0-1 ATLETI.- El duende europeo del Atlético

VALENCIA, 0 (2) – ATLÉTICO, 1 (5)

Valencia
Diego Alves; Barragán, Rami, Ricardo Costa,
Jordi Alba; Albelda, Parejo (Tino Costa, m. 68);
Feghouli, Canales (Mathieu, m. 59),
Jonas (Aduriz, m. 57); y Soldado.
No utilizados: Guaita; Maduro, Víctor Ruiz y Piatti.

Atlético
Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis;
Tiago, Mario Suárez (Gabi, m. 46), Adrián, Diego
(Koke, m. 84), Arda Turan (Salvio, m. 74); y Falcao.
No utilizados: Asenjo, Domínguez, Perea y P. Martín.

Goles
0-1. M. 60. Adrián amolda el balón con el pecho y
suelta un disparo cruzado desde el vértice del área.

Árbitro
Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a
Courtois, Solado, Aduriz y Jordi Alba.
Tarjeta roja directa a Tiago (m. 80).

Estadio Mestalla. 45.000 espectadores.

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El duende europeo del Atlético

El conjunto de Simeone elimina al Valencia y
se enfrentará al Athletic en la final de la
Europa League, el 9 de mayo en Bucarest

Peleará por su tercer título europeo tras
la Recopa'62 y la E.League de 2010



De Madrid a Bucarest hay 2.474 kilómetros, más o menos cuatro horas de
avión que unos 10.000 rojiblancos van a hacer el próximo 9 de mayo en
su segunda procesión en tres años, al margen la Supercopa de Mónaco
ante el Inter. El Atlético salió vivo incomprensiblemente
de Mestalla, donde pasó las de Caín y, sin embargo,
terminó ganando con un gol soberbio de Adrián.

Tiene duende este Atlético en Europa, como lo tuvo hace dos cursos. Lo
tuvo entonces en Estambul, Lisboa, Valencia y Liverpool, y lo ha tenido
esta vez en Roma, Estambul, Hannover y Valencia. Caminos paralelos
que culminan en dos finales, de Hamburgo a Bucarest, una trayectoria
que muy pocos pueden firmar, acaso solamente una entidad especial,
para lo bueno, poco, y lo malo, mucho, especialmente en la última
década. El Atlético lo ha vuelto a hacer. Peleará por su tercer título
europeo después de la Recopa del 62 y del precedente de hace dos
temporadas. ¿Cómo? Difícil de explicar viendo lo de este jueves.



Sería injusto decir que es injusto el pase del Atlético, como injusto es
que el Valencia no tuviera más opciones. El equipo de Emery estampó
junto a Courtois a los rojiblancos durante una hora. Bajo el fino mando
de Canales, con la colaboración tremenda de Jordi Alba por esa banda,
impuso un ritmo insoportable para el rival y fueron goteando las
ocasiones. Una detrás de otra, y otra, y otra más. Sacó Courtois un
disparo de Feghouli, a Soldado le faltaron dos centímetros en su bota...
También a balón parado, donde al Atlético le siguen saltando
las costuras en cada córner, en cada falta lateral.

No eran capaces los de Simeone de atravesar el centro del campo, y
eso que el argentino puso todo lo que tenía en su mano. Es decir,
jugaron todos los buenos. Con un error. Metió a Mario junto a Tiago
y dejó a Gabi en el banquillo. Para su fortuna, se corrigió a sí mismo
después del descanso y los de fuera cambiaron la cara con Gabi en
el medio. Incluso así siguió sufriendo el Atlético tras la
pausa, siempre bajo la batuta de Canales, enorme
hasta que la rodilla le volvió a hacer burla y, a la
espera de lo que digan los médicos,
debió retirarse del campo.



Ahí se acabó el partido para el Valencia, al que se le apagaron las luces,
y más cuando Diego robó una pelota a Rami. Levantó la cabeza y vio el
desmarque de Adrián. Este chico, el asturiano, tiene cara de Eurocopa.
Recibió el balón de Diego, la controló con el pecho y la dejó botar una
vez. Desde la esquina del área, metió el empeine de su bota derecha
para taladrar la portería de Diego Alves en la escuadra opuesta. Fue
soberbio, tremendo, espectacular el golpeo de un tipo en permanente
crecimiento. Ese gol obligaba al Valencia a hacer tres en media hora,
pero sin el faro de Canales el equipo de Emery perdió todo lo que tenía.
Además, el Atlético se quitó el miedo, que lo tuvo, y mucho, durante la
noche, y Diego siguió viendo los desmarques a la espalda de una
defensa que ya no miraba hacia atrás. Sólo un ridículo, uno más
del invento este de los cinco árbitros, animó el final.

A falta de 10 minutos, una mano de Tino Costa fue interpretada por el
árbitro como nada. Sin embargo, el juez de portería lo llamó y pareció
pitar penalti. Ahí se montó un follón de mil demonios que terminó con la
expulsión de Tiago y una amarilla para Soldado. Cuando todo se disolvió,
después de cuatro minutos, resulta que no había pitado el penalti.
Anécdotas que se recordarán en un camino, el del Atlético, que lo
devuelve al máximo escenario europeo, apenas dos años
después. Entonces ganó. Ahora espera el Athletic.

E. J. Castelao
27/04/2012 elmundo.es
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35ª Jor. Liga 2011/12 ATLETI 3-1 Español.- Arda tiene magia

Atlético 3 - Espanyol 1

Atlético de Madrid:
Courtois; Juanfran, Godín, Domínguez, Filipe; Gabi
(Mario, m. 46), Tiago; Salvio, Diego (Adrián, m. 73),
Arda Turan (Koke, m. 79); y Falcao.

Espanyol
Cristian Álvarez; Javi López, Raúl Rodríguez,Héctor
Moreno, Didac; Baena (Álvaro, m. 71), Romaric
(C. Gómez, m. 46); Sergio García, Verdú,
Coutinho; y Kalu Uche (Pandiani, m. 82).

Goles
1-0, m. 9: Godín cabecea un
saque de esquina de Diego.
1-1, m. 19: Didac, a pase de Sergio García.
2-1, m. 59: Arda Turan, de chilena
tras un centro de Juanfran.
3-1, m. 60: Arda Turan,
tras una jugada individual.

Árbitro
Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los locales
Gabi(m. 16), Godín (m. 48) y Falcao (m. 75)
y al visitante Javi López (m. 58).

Incidencias
Partido correspondiente a la trigésimo quinta jornada
de Liga en Primera División, disputado en el estadio
Vicente Calderón ante unos 50.000 espectadores.

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Arda tiene magia

Dos golazos del turco mantienen
la buena senda del Atlético



Por poder, se puede, y más si el número 11, turco para más señas,
prolonga el estado de levitación donde vive desde el pasado jueves.
Arda Turan, con dos maravillas en dos minutos, llevó al Atlético a tres
escalones de la Champions -con permiso del partido del Málaga
este lunes-. Arda ha tomado vuelo en el momento
decisivo del curso, y tras él todo el equipo.

Porque la victoria sobre el Espanyol la selló Arda con dos goles sublimes,
resumen de todo lo bueno, que es mucho, que tiene este futbolista. Pero
tras él, hubo más noticias buenas para el Atlético. Por ejemplo Godín,
que logró abrir el marcador en una jugada de estrategia y convino en
estar impecable toda la tarde, sobrado de anticipación, velocidad y
sentido de la colocación. Y también Salvio, de nuevo una buena noticia
para su equipo, un jugador vertical, con desborde y descaro, un tipo
profundo, buenísimo para un fútbol, a veces, demasiado horizontal.



Salió el Atlético sin Miranda, Mario y Adrián, descanso para los tres
pensando en Valencia. Y salió el equipo con ritmo, tenso, echándose
encima de un Espanyol tan coqueto como blando. Después de dos
amagos, en un córner anotó el central uruguayo tras una pantalla de
Domínguez, pizarra básica que presumía calma para lo que faltaba,
que era todo. Sin embargo, a partir de ahí compareció el Atlético
'pasota', ese que a veces comparece en Liga, nunca en Europa, y fue
creciendo el Espanyol hasta empatar en otra estrategia, ésta
nacida en un simple saque de banda. La recogió
Sergio García y su pase atrás lo halló Didac.

El Atlético había perdido la posesión y ya no la recuperó hasta el segundo
parcial, cuando emergió Mario Suárez en el lugar de un Gabi que estuvo
a punto de ver la segunda tarjeta. Esa recuperación de la iniciativa fue
un proceso lento, costoso, aburrido... Y fue otro cabezazo de Godín,
esta vez al larguero, el detonador. Ahí se desmelenó Arda, que de una
medio chilena hizo el segundo a pase de Juanfran y, dos
minutos después, entró en el área con el balón. Recortó
hasta dos veces, levantó la cabeza y no vio opción.



Con la izquierda, la puso despacio pegada al poste. El Calderón
enloqueció con el turco, cuya figura se hace estos días mucho más
grande que la de Diego, por ejemplo, gris este domingo. Tan bien le
iba la vida al Atlético que Simeone se permitió ir dando descanso a
los dos pensando, cómo no, en la semifinal del próximo jueves,
la vuelta en Mestalla del otro gran objetivo en rojo y blanco.

E. J. Castelao | Madrid
22/04/2012 elmundo.es
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Semis. ida UEFA E. L. 2011/12 ATLETI 4-2 Valencia.- El Atlético se reconcilia con el futbol

ATLÉTICO 4 - VALENCIA 2

Atlético de Madrid
Courtois; Juanfran, Miranda, Domínguez, Filipe;
Arda Turan (Tiago, m. 80), Gabi, Mario Suárez,
Diego (Perea, m. 88); Adrián (Salvio, m. 90) y Falcao.

Valencia
Diego Alves; Ricardo Costa, Rami, Víctor Ruiz,
Jordi Alba (Piatti, m. 72); Mehmet Topal, Tino Costa;
Feghouli (Canales, m. 72), Jonas (Aduriz,
m. 79), Mathieu; y Soldado.

Goles
1-0, m. 18: Falcao remata un centro de Arda Turan.
1-1, m. 45 3: Jonas remata en el
segundo palo un saque de esquina.
2-1, m. 49: Miranda cabecea un
lanzamiento de falta de Diego.
3-1, m. 54: Adrián, de jugada individual.
4-1, m. 78: Falcao regatea a dos rivales
y coloca el balón en la escuadra.
4-2, m. 94: Ricardo Costa, de cabeza.

Árbitro
Craig Thomson (Escocia). Amonestó al local Arda
Turan (m. 41) y a los visitantes Feghouli
(m. 15) y Diego Alves (m. 68).

Incidencias
Partido de ida de las semifinales de la Liga Europa,
disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos
50.000 espectadores. Vicente del Bosque,
seleccionador español, presenció
el partido desde el palco.

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El Atlético se reconcilia con el fútbol

El eléctrico equipo de Simeone recobra el
toque y desfigura a un Valencia sin apetito



El Atlético ha encontrado en la Liga Europa la panacea a sus retortijones
ligueros. Esta competición no le puso el cartel de favorito y eso le sienta
de rechupete, sobre todo porque en la nacional se le exige que demuestre
su caché y prestigio a cada duelo. En Europa es otro cuento, ese que
descubre la mejor versión del equipo, como la que se vio en el Olímpico
de Roma frente al Lazio y la que expresó anoche en el Calderón:
persistente en el toque, voraz en la carrera y afinado en el remate. Un
cóctel delicioso que le valió una goleada y que se le atragantó a un
Valencia de lo más desganado, reacio a competir y cada vez con más
costurones a medida que se culmina el curso y el ciclo de Emery en el
banquillo. Pero tuvo el acierto de aparecer en dos saques de esquina,
ambos al final de cada acto, lo que le dejó un resquicio a la esperanza.

Le sienta bien el traje europeo al Atlético, algo que ya se intuyó al
arrancar el encuentro. Por primera vez desde que llegara Simeone, el
equipo no soltó un pelotazo nada más sacar de centro. Era otra propuesta,
en la que la pelota cobró el protagonismo que se merece. Era un Atlético
fusionado que recogió lo mejor de los dos técnicos de este curso: la
paciencia en la elaboración que inculcó Manzano y la agresividad y
persistencia que remarca y contagia Simeone. Un equipo mayúsculo,
hasta el punto de que desdibujó al Valencia, raquítico en ambición y nulo
a la hora de conjugar el esférico. El balón era propiedad privada
del Atlético y, por una vez, supo lo que hacer con él.



Anémico, al Valencia el partido pareció no venirle en gana. Apostó
Emery por la versión dura, la que rompe en la medular y busca el
contragolpe, con Soldado y Jonas adelantados, sin Parejo ni Piatti,
tampoco Canales, nadie que generara fútbol en el ataque estático.
Con las líneas soldadas y sin ningún albedrío o concesión a la
virguería, el equipo se perdió en pases kilométricos en busca de las
sucesivas carreras infructuosas de los hombres avanzados.
Coqueteos de quinceañeros. Nada de nada. Incluso en los córners en
contra, no dejaban a nadie en la medular para armar el contragolpe;
todos de la mano en el área y que ataque quien pueda. Sin más
ingenio, se remitieron a las jugadas a balón parado. Una suerte que no
le resultó nada esquiva y que discutió por un momento el envite
sugerente del Atlético, que halló en Arda Turan el puñal necesario. De
hecho, así se expresó en esa primera jugada en la que el equipo
descartó hacer un chichón al esférico. Balón a Turan, que ganó la línea
de fondo, y centro malogrado. En el segundo, Falcao no acertó a
solventarlo con un remate al bulto. Y en el tercero, el de la vencida, el
turco sacó el gancho para volver a encontrar a Falcao, que recogió el
balón dócil porque tocó en la pierna de Víctor Ruiz y cabeceó a gol.

El Valencia, sin embargo, mostró tanta fragilidad en su área como
virulencia en la contraria, siempre en las jugadas de estrategia. Topal
remató desviado una falta lateral, Rami conectó un testarazo que le
sacó astillas al palo en un saque de esquina y, al siguiente, se adelantó
para prolongar al segundo palo, donde Jonas puso la puntera para
igualar el duelo. Al menos en cuanto a resultado, que no a
juego. Era el partido del Atlético, que al fin se había
reconciliado con el balón y con el fútbol, después de
una temporada gris, con más carreras que pases.



No cambió anoche su renovado estilo el equipo rojiblanco, con los
zagueros primando el pase al pelotazo, con Diego multiplicándose en la
zona de creación, con Juanfran y Filipe Luis como alborotadores al
descorcharse en los flancos, y con Arda y Adrián como los escuderos
de la guindilla Falcao. La salsa la puso Simeone, que le vino un balón
con fuerza a la altura de la cintura y, en vez de pararlo con las manos,
lo envió a la gradería para el éxtasis de la hinchada, efervescente
como nunca, infatigable al desaliento y conforme con la propuesta y
el gobierno del duelo. Demasiados alicientes para que el equipo no
funcionase. Así, Miranda apareció en una falta botada por Diego y
puso la cabeza para lograr su red; Adrián aprovechó una mal cesión
de Topal para marcarse un zigzagueo de esos en los que sugiere una
cosa con la cintura y hace la contraria con los pies, y que finiquitó con
un chut raso, también a gol, y Falcao le emuló con otro sprint, dos
quiebros y un disparo que quitó las telarañas a la escuadra. Pero el
Valencia, de nuevo sobre la bocina, encontró en otro córner
la ilusión para la vuelta, el gol de Ricardo Costa.

Fue, en cualquier caso, un baile que derritió al Valencia y que desató
las ilusiones del Calderón, que abrió los ojos como platos al ver el
fútbol magnético del Atlético y cerró los puños para festejar que
la final de Bucarest parece estar a la vuelta de la esquina.

J. Quixano - Madrid
19 ABR 2012 elpais.com
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34ª Jor. Liga 2011/12 Rayo 0-1 ATLETI.- Falcao no perdona ni media

RAYO 0 - ATLÉTICO 1

Rayo Vallecano
Cobeño; Tito, Arribas, Raúl Bravo (Pacheco, m.77),
Casado; Movilla (Diego Benito, m.85), Trashorras;
Lass (Delibasic, m.76), Michu, Piti; y Tamudo.

Atlético de Madrid
Courtois; Juanfran, Miranda, Domínguez, Filipe Luis;
Mario, Tiago; Salvio (Arda Turán, m.59), Diego
(Perea, m.90), Adrián; y Falcao.

Goles
0-1: M.63: Falcao.

Árbitro
Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a
Movilla (m.33), Lass (m.35), Tamudo (m.41),
Trashorras (m.48), Arribas (m.81) y Tito (m.92)
del Rayo; y a Miranda (m.46) y Adrián
(m.79) del Atlético de Madrid.

Incidencias
Encuentro correspondiente a la trigésimo cuarta
jornada de la Liga de Primera División, disputado
en el Estadio de Vallecas (Madrid), ante 11.300
espectadores. Se guardó un minuto de silencio en
memoria de Piermario Morosini, jugador del
Livorno fallecido ayer, y por Ángel Ramiro,
padre de Enrique, jefe de taquillas.

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Falcao no perdona ni media

El ariete aprovecha los errores de Raúl Bravo y
Cobeño para descomponer al brioso Rayo y
firmar el triunfo de un Atlético sin juego



Al Rayo le superó su ímpetu, su voluntad de jugar en tierras hostiles sin
importarle el azote perenne del viento. Falló Raúl Bravo al salir al corte y
se sonrojó Cobeño al despegarse de su portería. Dos calamidades que
penalizó Falcao, delantero que no perdona ni media y que mantiene
inflexiblemente al Atlético en la lucha por Europa, siempre con el gancho
oportuno, con el gol por bandera. Pero más que un triunfo fue un alivio
porque al Atlético le faltó de nuevo fútbol, que no remate ni competitividad.

El equipo rojiblanco se da de bruces con la cruda realidad a cada duelo
que se le complica porque no tiene la capacidad de corregirse con el tren
en marcha. Simeone descarta el intervencionismo porque entiende el juego
de una única manera, porque así lo ejecutó con las botas puestas y así lo
quiere ordenar desde el área técnica. Resulta el Atlético, sin embargo, un
equipo de una sola versión, la del balón directo y el contragolpe, solo
discutido por los mejores intérpretes, por genialidades ocasionales de
Falcao, Turan, Diego y sobre todo Adrián. Torpe para gobernar los duelos
como su escudo e historia exigen, de resolverlos con la autoridad que se
le presupone, hace bueno sin quererlo el tópico de que no hay rival
pequeño. Cualquiera le pone en apuros y más el Rayo, que subraya con
lo que poco que tiene la presión y el pase, que le sobra bravura pirata.
Quizá por eso ni notó las tres ausencias capitales —Joel, Pulido y
Diego Costa—, las tres cesiones del Atlético con cláusula,
esa que dice que son amigos pero no tanto.



Reacio a perder su identidad gallarda que casi ya le ha asegurado la
permanencia en Primera, el Rayo trató de presionar en campo ajeno.
Nada le hace más daño al Atlético, incompetente para sacar el cuero
jugado desde atrás cuando siente el aliento del rival, estéril para conectar
las líneas porque los centrales tienen el pie cuadrado, desdibujado porque
los mediocentros no atinan a descontar contrarios con sus mezclas. La
consecuencia, irreversible, fue el balón largo en busca de Falcao,
infatigable en la jarana, por más que se lleve tantos topetazos como
desilusiones en carreras vacías. Pero, persistente, el delantero también
gana sus balones. Oro en paño para el Atlético, que destapa las bandas
con las carreras de Salvio y Adrián, con unos zigzagueos estupendos.
Falló, sin embargo, el remate oportuno al centro, el lazo al juego.
Filipe no resolvió la filigrana de Adrián y a Falcao le
faltó un centímetro para cazar el pase de Salvio.

Acostumbrado el equipo a la velocidad y no a la pausa, al fútbol vertical y
no al toque, el Atlético tampoco se preocupó en recuperar la pelota para
jugarla, sino que se esmeró en llegar al área rival de cualquiera de las
maneras. Le bastan tres toques para expresarse. Fue, a buen seguro,
un duelo de lo más satisfactorio para Simeone, que defiende el golpeo y
no el pase, que pretende el gol sin manufacturar. Pero casi se queda en
un gatillazo, ausente la asistencia definitiva; las estrecheces de tiempo
y espacio que ofreció el Rayo fueron excesivas para Diego,
sin voz ni voto en el duelo, sin el balón junto al pie.



Más protagonismo reclamó el Rayo. Movilla movió el cotarro desde la
medular, Michu lo electrificó con sus movimientos de entrelíneas y a
Tamudo se le negó el gol porque Courtois es un portero sobresaliente,
capaz de sacarle la manopla donde a pocos les alcanzó la vista, a la
mismísima escuadra. Se echó en falta, sin embargo, el impulso de Lass,
reducido a la nada por Juanfran, que prefiere batirse con extremos rápidos
que habilidosos. Hasta que se le ocurrió retarle con un quiebro, hasta que
soltó un latigazo que le cuchicheó al palo por fuera. No le alcanzó
al Rayo para firmar un gol, para descomponer el ejercicio
defensivo del Atlético, bien acompasado y equilibrado.

Sin más ideas, tiró el equipo rojiblanco de la estrategia. Tiago envió el
cuero a la red —bien invalidado por fuera de juego— y Mario apuntó al
bulto cuando lo fácil era marcar. Pero inconformista, Falcao domeña al
rival cuando menos se lo espera. Un pase en largo de Juanfran fue una
tortura para Raúl Bravo y Cobeño, que midieron mal los tiempos, y el
edén del ariete y el Atlético. Dos regates, un disparo y el gol, el
triunfo que valida la apuesta; el Atlético mira hacia arriba.

J. Quixano - Madrid
15 ABR 2012 elpais.com
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33ª Jor. Liga 2011/12 ATLETI 1-4 mandril.- Cristiano, destrucción masiva en el Calderón

ATLÉTICO 1 - irrealmandril 4

Atlético
Courtois; Juanfran, Perea, Godín, Filipe; Diego,
Gabi, Tiago, Arda Turan (Koke,
m. 77); Adrián y Falcao.

irrealmandril
Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao;
Khedira, Xabi Alonso; Kaká (Ozil, m. 46), Cristiano
Ronaldo, Di María (Callejón, m. 83);
y Benzema (Higuaín, m. 70).

Goles
0-1, m. 25: Cristiano Ronaldo.
1-1, m. 55: Falcao.
1-2, m. 69: Cristiano Ronaldo.
1-3, m. 81: Cristiano Ronaldo, de penalti.
1-4, m. 87: Callejón.

Árbitro
Delgado Ferreiro (C. Vasco). Amonestó al local Filipe
Luis (m. 60) y a los visitantes Arbeloa (m. 34),
Xabi Alonso (m. 57) y Di María (m. 77).

Incidencias
Partido correspondiente a la trigésima tercera jornada
de Liga en Primera División disputado en el estadio
Vicente Calderón ante 54.000 espectadores.
Lleno. Antes del inicio del partido, el equipo
de balonmano del Atlético de Madrid
ofreció el título de la Copa del Rey.

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Cristiano, destrucción masiva en el Calderón

Su 'hat-trick' decide un derbi dominado
por los locales durante una hora

La fatiga acabó con las opciones del
Atlético, donde brillaron Diego y Adrián

Özil, que salió tras el descanso por Kaká,
dio otro aire al ataque blanco



Aunque sobren los ejemplos, repetirlo nunca está de más: Cristiano es
media Liga para el Madrid. A sus goles, a su influjo, a su ansia de
destrucción se aferra el líder, que salió airoso de un derbi más que
enrevesado en el Manzanares. Allí, con Diego y Adrián a los mandos,
hasta agotar combustible y con más empeño que nunca, fue superior
el Atlético. Sin embargo, el 'hat-trick' de CR-7 y la fantasía de Özil,
refuerzo de lujo tras el descanso, cambiaron las tornas. Al menos
hasta el sábado, Mourinho puede respirar tranquilo.

Entonces llegará el Sporting, estación previa al Camp Nou. Por eso,
para salir de ese calvario con ventaja, eran esenciales estos tres
puntos, que el Madrid aferró con desesperación de náufrago. Poco se
pareció al campeonísimo de hace unos meses, capaz de dominar de
principio a fin con pulso firme y gatillo fácil. Fue más bien un equipo
entregado a su gran estrella, que anotó de libre directo, disparo
parabólico y penalti raso. De todos los tamaños y formas hasta llegar
a 40 en Liga ya. Demasiado tormento para el Atlético,
ejemplar en el despliegue, resignado a su sino.

Alma rojiblanca

Salieron los rojiblancos con las pinturas de guerra, alentados por los
tambores de la grada y guiados por Diego en el césped. En tres minutos,
tres faltas sobre Cristiano, aunque la primera la dejara pasar el árbitro.
Y si algo faltaba, ya lo ponía Simeone desde la banda. Parecía que en
cualquier momento podía traspasar la raya y agarrar a alguno de blanco.
Tras demasiados derbis sin dar la talla, latía el alma rojiblanca.
Enfrente, el Madrid optaba por ver la vida pasar.



Cedió la iniciativa y apenas conectó esas transiciones que dieron
fama a Di María o Benzema. Quizá molestara la lluvia o el firme deslizante.
O hubiera nostalgia de Marcelo, baja de última hora cubierta por Coentrao.
El caso es que ni Alonso puso la pausa, ni Di María el desborde
por la derecha. A uno le faltó constancia y al otro le sobró
descaro. Como ya no se esperan milagros de Kaká,
el ataque se redujo a las aventuras de Cristiano.

Esa mustia imagen del líder despejaba el horizonte al Atlético. Y Coentrao
debió ejercer de urgencia ante la primera embestida de Falcao, habilitado
por Diego. Y Casillas se quedó de piedra en una templadísima falta de
Gabi dirigida al flequillo del delantero colombiano. Buenos momentos
también de Adrián, un chico inteligente, de esos que avanzan más con
un amago y un pase que con una carrera. Así se las entendió por la
izquierda con Filipe, pese a que al lateral le siga faltando un hervor.

Dos penaltis y otro más

Avanzaba el partido en una dirección y ni siquiera varió con el 0-1 de
Cristiano, un proyectil que pilló a Courtois con el pie cambiado. Como
el domingo, tampoco supo tomar aire el Madrid, contar hasta 10 y
agarrar el partido por el cuello. Y no deben servir como excusa el
penalti de Gabi sobre Cristiano o la palmaria agresión de Godín sobre
Pepe. Cuando falta el fútbol, ni siquiera el resultado actúa como coartada.



Pronto se percató de ello Mourinho, que prescindió de Kaká para poner
en liza a Özil. Así cambió el signo de la noche y por extensión, el signo
de la Liga. Lo que tardó en calentar el genio alemán, esos 10 minutos
aún de 'torrija' que facilitaron el provisional 1-1 de Falcao a centro de
Adrián. Justo ahí, cuando más apretaba la adversidad, surgió el mejor
Madrid de la noche. Entre Alonso, Özil y Cristiano ganaron el partido.

Retrocedió dos pasos el Atlético, mitad por prudencia, mitad por fatiga.
Hicieron aguas Tiago y Gabi, perdió la inspiración Arda y las camisetas
blancas levantaron el vuelo hacia el área rival. Flotó Özil por la izquierda
y hasta se animó Coentrao. Avisó Cristiano con un cabezazo, preludio
del 1-2, otro teledirigido imposible para Courtois. Golpe de gracia hasta
para el más furibundo colchonero. El acostumbrado desenlace, ese que
escuece aún más con el absurdo penalti de Godín y la puntilla de
Callejón. Tanto esfuerzo en balde para el Atlético y demasiada
recompensa para un líder que si tiene la Liga
a tiro bien puede agradecerlo a Cristiano.

M. A. Herguedas | Madrid
12/04/2012 elmundo.es
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32ª Jor. Liga 2011/12 Levante 2-0 ATLETI.- Adiós en diez minutos

Levante 2 - Atletico 0

Levante
Munúa, Pedro López, Ballesteros, Cabral,
Juanfran, Iborra (Farinós, m.62), Xavi Torres,
Valdo (El Zhar, m.89), Ghezzal (Botelho,
m.57), Barkero y Koné.

Atlético de Madrid
Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis,
Mario Suárez (Fran Mérida, m.70), Gabi, Salvio
(Falcao, m.65), Diego, Arda (Pizzi, m.79) y Adrián.

Goles
1-0, m.1: Valdo
2-0, m.9: Koné

Árbitro
Iglesias Villanueva (comité gallego). Amonestó por
el Levante a Ballesteros, Juanfra y Koné por el
Atlético de Madrid a Arda, Diego, Gabi y Salvio
y Mario Suárez. Expulsó a Miranda
por doble amonestación (m.83).

Incidencias
Partido disputado en el estadio Ciutat de València
ante 11.400 espectadores. Terreno de
juego en buenas condiciones.

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Adiós en diez minutos

Valdo, en el primer minuto, y Koné, en el
nueve, cabecearon la victoria granota

Los rojiblancos se alejan definitivamente
de la Liga de Campeones



Llegó el Atlético de Hannover a las cinco de la madrugada del viernes.
Entrenó por la tarde y durmió, más o menos, la madrugada del viernes
al sábado, pero entrenó por la mañana, así que no pudo recuperar. Y
este domingo tocaba jugar a las doce, poco tiempo para tanta
acumulación de sueño. De modo que, cuando sonó el despertador, hizo
algo muy típico: le dio al botón de 'repetir alarma en 10 minutos', total,
qué más da, sólo son 10 minutos. Se dio media vuelta en la cama y
cerró los ojos. Cuando volvió a abrirlos, había dicho ya adiós a toda
opción de Liga de Campeones. El Levante ya iba ganando 2-0.

Porque los de JIM, espabilados desde bien pronto, como durante todo lo
que llevamos de temporada, aprovecharon ese sueñecito perezoso del
Atlético para deshacerle la cama, revolverle la habitación, quitarle el dinero
de la cartera, las joyas y, qué cosas, hasta ducharse. Un cabezazo de
Valdo aprovechando la desatención de Filipe y Miranda -vaya mañanita la
del brasileño- y otro de Koné al saque de una falta dejaron en nada el
partido en el Ciudad de Valencia, que observó cómo después, durante
80 minutos, el Atlético, desperezado de golpe, se estrelló
contra una pared una vez y otra, y otra, y otra más.



Y el caso es que tampoco se puede machacar a los jugadores del Atlético,
no se trata de la falta de actitud de otros años, pues la mañana murió con
Filipe buscando un balón imposible en el minuto 86. Ocurre que, ya por
delante en el marcador, el Levante dispuso a 10 hombres en su frontal del
área, dejando a Koné más solo que la una allá arriba, y con eso le bastó
para cerrar todos los caminos a un equipo, el rojiblanco, que no
obstante en la segunda parte hizo méritos para, al menos, haber
marcado y, siendo generosos, haber empatado el partido.

Porque la tuvo Arda en un disparo desde la frontal, y Salvio en un centro
chut, y Falcao -que jugó la última media hora- en un cabezazo que sacó
Munúa con una mano prodigiosa. Lo intentó el Atlético en ese segundo
parcial, una vez tomado ya el café y las tostadas, pegado una ducha y
decidido que ya era hora de ponerse en marcha. Lo que no sabía es
que ya era tarde, porque para entonces la Liga de Campeones se había
marchado definitivamente. Al igual que ocurrió en 2010, el Atlético
se ha propuesto llegar a tiempo sólo para la Europa League.



Como ni la plantilla ni el físico le da para más, ha decidido que en Liga
puede remolonear. Y claro, la temporada, en lo doméstico, se va a
quedar en la nada, como el año pasado y el anterior. Falta saber si
Bucarest lo arregla. Aunque ojo, porque si sigue durmiendo, el estropicio
del Madrid en el Calderón el próximo miércoles puede dejar en una
broma lo de este domingo. Afrontará ese partido el equipo sin Miranda
-expulsado como colofón a su ruinosa mañana- Mario y Salvio.

E. J. Castelao | Madrid
08/04/2012 elmundo.es
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"El Mensual nº 6" de Forza Atléti Siempre - YouKioske

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4º´s Vuelta UEFA Euro. L. 2011/12 Hannover 1-2 ATLETI.- Diego y Adrián juegan a otra cosa

HANNOVER 1 - ATLÉTICO 2

Hannover 96
Zieler; Cherundolo, Eggimann, Pogatez, Pander
(Sobiech, 81); Pinto, Schulz (Schmiedebach, 73),
Schlaudraff, Rausch (Abdellaue, 71),
Ya Konnan y Diouf.

Atlético
Courtois; Perea, Miranda, Godin, Filipe; Mario,
Tiago, Koke (Salvio, 65), Diego (Domínguez,
88), Adrian; y Falcao.

Goles
0-1 (min 63, Adrian)
1-1 (min, 81 Diouf)
1-2 (min 87, Falcao).

Árbitro
Mark Clappenburg (Inglaterra) amonestó a Pinto
del Hannover y a Miranda, Godin, Koke, Diego y
Falcao del Atlético. Godín se perderá
la ida de las semifinales.

Incidencias
Partido de vuelta de cuartos de final de la Liga
de Campeones disputado en la AWD Arena de
Hannover. El Atlético se clasifica para semifinales.

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Diego y Adrián juegan a otra cosa

El mediapunta y el delantero del Atlético desmontan
en dos jugadas ocasionales al Hannover



Abusón como es, a Adrián no le hace falta nada más que un balón para
definir un partido. Tiene el fútbol de barrio, la pillería y el remate oportuno.
Y cuando lo conjuga, como ante el Hannover, monta cirios de arrea, de
esos que descorchan vítores y aplausos. Recibió un pase interior de
Diego y tras forcejear con el defensa, vivió del engaño. Hasta en tres
ocasiones simuló el disparo, rompió otras tantas caderas y, en última
instancia, aguardó a la intentona desesperada del portero para
quebrarlo en lo que recordó —salvadas las distancias— al gol de
Maradona al Madrid, cuando le hizo un traje a los madridistas Juan José
y Agustín. Fue una red de museo con firma que valió el edén del Atlético
en Europa, con nueve victorias consecutivas y ya en semifinales ante el
Valencia. Pero también fue lo único de valor en un duelo insulso, solo
aderezado por el gol postrero de Diouf y los nervios
histéricos consiguientes; solo adornado por el
tanto final de Falcao, la cura antiséptica.

Resulta que para este Atlético solo hay un paso del aperturismo al
ostracismo, de enredar con el balón y liquidar al rival —el último duelo
ante el Getafe—, a no jugar a nada, más allá de encerrarse en casa,
aguardar las embestidas y cruzar los dedos en las contras ocasionales.
Nada acorde con el discurso presumido de Simeone, donde instigaba a
atacar sin temor a lo que aconteciera en la retaguardia, el Atlético se
obsesionó con el retrovisor, reacio a desligarse. Fue de lo más tacaño,
con seis hombres por detrás de la pelota, incapaz de dar carrete a los
laterales en campo ajeno, de que uno de los dos mediocentros diera un
paso al frente. Lo sufrió Diego, perdido en el césped, sin balones. No
era un duelo de toque ni virguerías, sino de patadas y carreras.
Así lo quiso el Hannover y así se lo concedió el Atlético.
Pero Diego siempre tiene la última palabra.



Orgulloso y convencido de su manera de ser, el equipo alemán se
expresó de la forma más diáfana, sin importarle las etiquetas de equipo
rácano, falto de versiones o simplón. Entendió el contragolpe como
argumento irrenunciable y se alimentó de los errores del rival en los
pases horizontales para montarlos en un santiamén. También le valieron
las jugadas a balón parado, donde Pander cobró protagonismo sin el
éxito final. Y aunque primario, su fútbol puso en entredicho a la zaga
rojiblanca, con una tiritona inusual, propia de tiempos pasados. Se
estorbaron Godín y Filipe y a punto estuvo Konan Ya de crear un
desaguisado; se durmió en los laureles Perea y Diouf no la cazó de
chiripa. Mucho más de lo que hizo el Atlético en el primer acto,
que solo pisó el área rival con el cuero controlado en
una ocasión, cuando Koke se lió en el entuerto.

Torpe con la pelota entre los pies, el Atlético pareció el chico malo del
patio de colegio, ese que se saca de encima y a toda prisa la pelota
para pasar desapercibido y no recibir más mofas de las necesarias.
No hubo toque y movimiento, tampoco ingenio ni intención. Poco
ayudó que el Hannover abigarrara la medular y que instalara a uno de
los pivotes en la zaga para restar espacios y líneas de pase
a Diego, para que Adrián no tuviera su fútbol de entrelíneas.



Sin piernas para reventar el partido, el Hannover reculó en el segundo
acto para seleccionar más las contras, al tiempo que el Atlético estiró
las líneas y encontró a Diego, que pidió y repartió el balón, que le dio
color a su equipo. Se resistía al fútbol chirimiri. Hasta que
encontró a Adrián para que este la liara a lo grande.

Parecía todo visto para sentencia. Pero en otro error de la zaga,
cuando Godín no acertó a despejar un saque de banda y el travieso
Diouf mandó el cuero a la red. Nervios, más espacios y aún menos
fútbol. Hasta que Adrián se la dio a Diego y este a Falcao, que
de remate acrobático puso el punto final a la eliminatoria.

No tiene fútbol el Atlético pero sí genialidades. A punto de cerrar el
curso, al equipo le queda definirse: si alcanza la Champions y tiene
un nuevo título, o si todo se queda en agua de borrajas. Visto lo visto,
casi todo depende de Diego, Adrián, Arda y Falcao.

J. Quixano 5 ABR 2012
elpais.com
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